Eibar y Betis se tuvieron que conformar con un empate (1-1) que, si bien en la clasificación no tiene gran repercusión para ninguno de los dos equipos, hace justicia a lo visto en Ipurua, pese a que Tello tuvo la victoria en sus botas en el descuento de un partido que se pudo llevar cualquiera.

La presión local se volvía por momentos asfixiante para los de Rubi, que querían pero no podían sacar el balón controlado desde atrás como a ellos les gusta.

Eso sí, los béticos eran conscientes de que, rompiendo esa línea de presión, podían tener opciones de marcar. Y no fue así, pero llegó el golazo de Fakir a la salida de un córner, un trallazo que dejó a los armeros temblando pese a su buena salida en los primeros minutos.

El Eibar se vino abajo tras encajar el gol, y el Betis tuvo el segundo en las botas de Álex Moreno, que rompió en velocidad la línea defensiva de los locales y falló ante Dmitrovic el que podría haber sido el gol de la sentencia.

Pero los armeros nunca se rinden, y Edgar cometió un absurdo penalti que Orellana se encargó de transformar en el empate antes de cumplirse el primer cuarto de hora de juego. Tras el empate, ambos equipos se dieron una pequeña tregua, pero el choque siguió abierto y fue creciendo en emociones hasta el final, aunque el marcador ya no se movió.