El Arosa prolonga a siete jornadas su racha sin perder. Todo ello con cinco victorias en un intervalo que se completó en la tarde de ayer ante el Pontellas y que ha dejado como balance clasificatorio la tercera posición actual. Y eso que en la tarde de ayer, quizá el partido se complicó en exceso sin ir en menoscabo de la buena imagen mostrada por el Pontellas en lo que se refiere tanto a su propuesta futbolística como a su ejecución. El balón fue el claro objetivo de ambos equipos. Desde el principio ninguno de los dos parecía dispuesto a sortear sus posesiones y el esférico circuló a velocidades más altas que la media en todas las direcciones. Fruto de una trabajada combinación llegó la primera manifestación ofensiva local con un servicio de Martiñán a Julio Rey que, solo en el segundo palo, solo acertó a conectar un flojo remate fácil para Unai. A continuación comenzó una fase en la que el Pontellas exhibió sus virtudes. El balón le duraba mucho y lo gestionaba bien. Una falta desde el borde del área que atajó Táboas con seguridad fue el preludio del 0-1. Pero tras el empate el Arosa se creció y el Pontellas no lo pudo frenar.