Apasionante jornada de balonmano vivida en Pontevedra ayer por la tarde. Dos semifinales intensas, marcadas por el altísimo nivel de juego y la emoción, sirvieron para colocar a Croacia y a Francia en la final de esta tarde en el pabellón de As Travesas, escenario que coronará al nuevo campeón del mundo junior.

El fuego lo abrieron los galos contra Egipto, equipo que llevaba un torneo inmaculado y que se presentaban como un enemigo muy complicado para los galos. Y lo fueron. Los verdugos de España mandaron en el marcador todo el partido, tuvieron momentos brillantes, disfrutaron de ventajas cómodas, pero todo se les complicó en el segundo tiempo. Los egipcios subieron el nivel de su defensa, especialmente con la mixta sobre Prandi. Y la situación cambió por completo en el tramo final del segundo tiempo. A poco más de diez minutos la diferencia a favor de los franceses era de cinco goles, pero los egipcios fueron reduciendo esa desventaja de forma progresiva. En ataque encontraban con facilidad la portería (aunque Kieffer realizó intervenciones fabulosas) y comenzaron a cometer errores en el lanzamiento que no habían producido hasta ese momento. A cinco minutos del final los egipcios lograron el empate (31-31) y abrían un escenario hasta ese momento completamente inesperado y que tenía superados a los franceses. Pero poco después se produjo la jugada clave del choque: la exclusión de Wallid. Francia no falló para poner el partido en un 31-33 y aunque los egipcios volvieron a ponerse a un gol en el último minuto, un lanzamiento de Mapu acabó con el duelo. 33-35 para Francia que confirmaba de este modo la vitola de favorito que se le había adjudicado desde que comenzó el torneo y que, tras una primer fase demasiado irregular, confirmaron a partir de octavos de final cuando se enfrentaron a España.

En la otra semifinal la potente selección croata venció a Portugal y al ambiente de Pontevedra, claramente volcado a favor de los vecinos. Un partido de alternativas, marcado por la buena defensa croata, que sin embargo no pudo impedir que los portugueses llegasen a dominar en algunos tramos del partido. Mediado el segundo tiempo los portugueses llegaron a situarse por delante, pero no pudieron sostener el ritmo de los croatas en el tramo final del duelo. Apretaron en defensa y en ataque apenas se equivocaron para clasificarse para una final.

Franceses y croatas se enfrentarán de este modo en el pabellón de As Travesas que vivirá un duelo seguramente caracterizado por el extraordinario nivel de juego que se está viendo en este torneo. Un espectáculo.