Samuel Blanco acaba de completar un fin de semana casi redondo. El ciclista del Vigo-Rías Baixas logró en As Pontes su primer título gallego de contrarreloj y, además, se adjudicó la medalla de bronce en el Autonómico de fondo en la categoría élite en la Volta ao Ribeiro. Un oro y un bronce que suponen un gran refuerzo moral en su sueño de volver, lo antes posible, al plano profesional.

"Está claro que el nivel no es tan alto como el de una Copa de España, pero me hace mucha ilusión ser campeón gallego de contrarreloj", dice el redondelano. "Es algo que tenía pendiente", apunta. Además, ese oro se completó con un bronce en la modalidad de ruta. Dos medallas que compensan en parte su actuación en la Copa de España. "Pude rendir a un buen nivel pero igual no tuve la fortuna que hubiera querido tener en algunas pruebas clave. Sufrí alguna caída que me ha lastrado y no pude hacer algo más, aunque estuve cerca", analiza.

Su regreso esta año a la escuadra miñorana tiene un motivo muy importante, sobre todo en cuanto a sus aspiraciones personales. "El objetivo principal es volver a profesionales y estirarlo lo máximo que pueda dentro de ese ámbito", reconoce. "Las cosas están muy complicadas porque la situación no es fácil, pero es lo que estoy intentando". Sin embargo, a corto plazo apunta que se fija "metas cortas", y en ese sentido apunta a la Vuelta a Coruña y la Vuelta a Galicia como retos inminentes. "Tanto para el Rías Baixas como para mí son objetivos principales porque corres en casa y te hace especial ilusión porque está toda tu gente viéndote y apoyándote en las cunetas; pero en general, lo que quiero es disputar todas las carretas que pueda para, a largo plazo, volver a donde estaba en profesionales", analiza.

Precisamente, su victoria en la Vuelta a Galicia en 2016, estando también en las filas del Rías Baixas, le abrió la puerta al pelotón profesional luso y fichó por la escuadra LA Aluminios Metalusa BlackJack. Con los equipos portugueses he tenido buena relación (el año pasado el Liberty Seguros Carglass lo llamó para disputar la Vuelta a Portugal), el motivo por el que me marché de allí fue simplemente por un hecho de división de quipos y reducción de plantilla. Como no tenía el estatus que tenían allí otros corredores me quedé fuera", explica.

El redondelano nunca ha perdido la esperanza de volver al plano profesional, aunque reconoce que es duro alimentar la ilusión. "Se hace duro. Hubo momentos en los que me he plantado si realmente merecía la pena todo esto, pero me he quedado con una cosa en la cabeza, que si ahora dejo las cosas así como están el día de mañana me voy a arrepentir de no haber agotado todas mis posibilidades de poder vivir de lo que quiero. Es el único motivo que me hace tirar para adelante hasta agotar todas las opciones de intentar vivir de lo que me gusta", asegura.

En este sentido, cree que volver al Rías Baixas ha sido la mejor decisión. "El Rías es un equipo que me aprecia y me valora como corredor y donde puedo rendir al nivel que yo creo que tengo que rendir. Lo importante es estar a gusto y aquí se hacen bien las cosas, por eso me vine, por la directiva y porque se me valora".