Dos tantos en la primera mitad de Ibán Salvador permiten al Celta B coger un poco de aire en la tabla clasificatoria y abrir un pequeño colchón de cuatro puntos sobre los puestos de descenso. El conjunto de Rubén Albés parecía tener el partido totalmente controlado tras el segundo tanto de Salvador, pero el gol de Unionistas aportó incertidumbre a un choque que los vigueses no fueron capaces de cerrar en la segunda parte a pesar de haber tenido ocasiones de sobra para hacerlo.

Desde el primer minuto, los locales, con Alende como improvisado lateral izquierdo y el juvenil Sergio en la banda derecha, dejaron claras sus intenciones. El balón era de los célticos y, con el paso de los minutos, las ocasiones también. Y al cuarto de hora, Apeh cayó en el área cuando buscaba un balón colgado en el área lateral y el árbitro no dudó al señalar la pena máxima por derribo de Carlos de la Nava sobre el céltico. Ibán Salvador asumió la responsabilidad de lanzar el penalti y conseguir el 1-0.

La reacción visitante fue inmediata, con un centro al área de Javi Navas que la zaga céltica envió a córner antes de que llegasen a rematar Unai e Iván Garrido

Pero el Celta B seguía teniendo la pelota y controlando el partido. Una combinación entre Salvador y Apeh permitió a Bermejo disparar en buena posición rozando el palo poco antes de la media hora de encuentro. Y apenas dos minutos después fue el propio Ibán Salvador el que recogió un balón en largo, se marchó en velocidad y definió con un perfecto tiro cruzado para conseguir el 2-0.

Lejos de acusar el nuevo tanto, los salmantinos volvieron a reaccionar instantáneamente. Iván Garrido cabeceó primero fuera por poco un centro de Portilla y en la siguiente acción colocó en la escuadra de la portería defendida por Iván Villar una pelota suelta que los locales no acertaron a despejar a la salida de un córner.

Tras recortar distancias, el Unionistas salió con más ánimo al inicio de la segunda mitad, encerrando a un Celta B que, aún así, pudo ampliar su renta y ganar en tranquilidad en un servicio de Pastrana al que Bermejo no llegó por milímetros.

Pero a partir del minuto 60, el filial céltico, de la mano de un gran Álex Serrano, empezó a crecer y a acumular llegadas para cerrar el choque. Pastrana y Apeh desperdiciaron sendos pases suyos para quedarse mano a mano con Carlos Molina. Sergio, Bermejo, Salvador y el propio Pastrana en otras dos ocasiones tuvieron de nuevo un gol que no acababa de llegar.

Y, fruto de ello, el Unionistas tuvo su opción de hacerse con el empate con el tiempo reglamentario cumplido. Fue en un cabezazo de Admonio en una falta lateral que murió mansamente en las manos de Iván Villar.