El Coruxo salió vivo del siempre complicado estadio de la Ponferradina, e incluso con la sensación que se el botín podría haber sido aún mayor, pues los vigueses fueron superiores en muchas facetas del juego pero no lograron tener claras ocasiones para llevarse los tres puntos de Ponferrada.

Yuri adelantó a los locales, pero Pitu lograba la igualada en la segunda mitad aprovechando una falta de entendimiento entre la zaga. Alberto, el meta, también estuvo atento para rechazar las ocasiones locales.

Ambos conjuntos saltaron sobre el verde de El Tolarín con la intención de hacerse con el control del esférico. Sin embargo, nadie conseguía pasar por encima del otro y, ni mucho menos, llegar a generar peligro al arco contrario.

Esta tónica, ante los ojos de los casi 5.000 espectadores presentes en El Toralín, se repetía durante más de 20 minutos.

Era el Coruxo el equipo que intentaba proponer más con el balón, y la presión de los vigueses a la zaga local imposibilitaba una salida limpia del esférico para generar.

Bien en el centro del campo, pero faltos de efectividad en el último pase. Solo Ríos Reina, poco antes de la media hora, probó a Alberto con un disparo que atajó el meta visitante.

Esta tímida aproximación alentó al conjunto local, que poco a poco adelantaba líneas y empezaba a forzar saques de esquina muy seguidos. En uno de ellos llegó el primer gol de la tarde. Córner que remató Yuri al fondo de las mallas tras un buen testarazo.

Este gol, aunque anímicamente fue difícil de encajar, sobre todo después del buen primer tramo de choque, no hundió al Coruxo, que siguió con su idea. Juego fácil y sin complicarse demasiado, aunque dinámico y teniendo en mente siempre la portería visitante. Es decir, la posesión no era estéril.

Antes de ir al túnel de vestuarios el choque se volvió loco, donde ambos equipos buscaban anotar un gol totalmente psicológico. Finalmente, eso sí, no se logró modificar el resultado que marcaba el luminoso.

Tras el receso, el Coruxo siguió propositivo y buscando perforar la zaga local con juego asociativo y pases filtrados entre los centrales. Aunque finalmente fue a balón parado cuando se logró el tanto del empate.

Tras un rechace de un córner, Pitu aprovechó el desconcierto general de los jugadores de la Ponferradina para anotar, totalmente a placer, el 1 a 1.

Guille Donoso también tuvo en sus botas el gol que desequilibraba el luminoso, pero Alberto, otra vez, estuvo atento para rechazar el tiro.

Pese al empate, no cambió la tónica del partido, con el cuadro vigués dominando la posesión y los locales buscando generar peligro a la contra. De hecho, a punto estuvo Yuri de hacer su segundo tanto de la tarde en un mano a mano ante Alberto, que finalmente desbarató.

Echó mano del banquillo el técnico visitante buscando, como fuese, el gol que debía suponer el 1 a 2 y el asalto a un feudo complicado. Eso hizo reaccionar a la Ponferradina, que adelantó un poco las líneas para inquietar otra vez a Alberto.

A falta de pocos minutos para terminar el choque, Pitu estuvo a punto de dar una alegría a los suyos, después de recibir un pase de Thaylor. Sin embargo, no tuvo demasiada suerte y dejaba el luminoso con el empate.

El partido estaba precioso y se podía decantar por cualquier bando, aunque a la postre, no se registraron más ocasiones y ambos equipos se repartieron un punto.

La próxima jornada el Coruxo va a recibir ante su afición al Burgos, un equipo necesitado de puntos. No van a tener margen de error los vigueses si quieren seguir la estela del cuarto clasificado y soñar con jugar la promoción de ascenso a la categoría de plata.