Comuneros y endureros, colectivos en conflicto sobre el uso de los montes, caminan hacia su alianza. El amanecer se produce en Coruxo. Tres amantes del mountain bike lanzan la idea, que hace furor. Medio millar de aficionados responden y se congregan en la parroquia viguesa. Deporte, reforestación, solidaridad y un plan: convertir la bicicleta de montaña en una práctica sostenible, armónica y rentable, aprovechando el extraordinario potencial del paisaje gallego.

José Manuel Lopez Vaqueiro, Pablo García Gómez y Roberto Enduroatope, youtuber del mundillo, así conocido, promueven la iniciativa. En su ánimo, un nombre: Diego G.L., el "biker" a quien una piedra colocada a modo de trampa en el Monte Alba ha dejado parapléjico. "Pensamos que lo de Diego tenía que ser un punto de inflexión", relata Pablo García, harto de tópicos y malentendidos en la relación con las comunidades de montes. "Ni los comuneros son paletos ni los enduderos somos 'destroyers'".

Los tres agitan su propuesta en las redes sociales: una quedada de "bikers" en Coruxo, el domingo 3 de febrero a las once de la mañana. Contactan también con comunidades de montes. La llamada se viraliza. A la cita acuden aficionados de toda Galicia y norte de Portugal. También el presidente de la Comunidad de Montes de Coruxo, Antonio Ocampo, y el máximo mandatario de la mancomunidad de esos colectivos vigueses, Uxío González.

"El éxito ha sido absoluto. Cada uno ya no estará en una trinchera", proclama Pablo García. La utilidad de la colaboración se comprueba en el mismo acto fundacional. Además de tomarse una fotografía y entregar material usado a un club infantil, los "bikers" emplean la mañana en retirar eucaliptos y plantar especies autóctonas en las zonas que los comuneros les indican.

La idea es que este tipo de asociación cunda y se estabilice. "Los enfrentamientos con las mancomunidades venían de que ellos se temían una invasión y nosotros queríamos disfrutar del monte", explica Pablo. "Podemos llegar a acuerdos y equilibrar ese disfrute con la protección de la naturaleza. En Galicia y concretamente en un radio de 20 kilómetros alrededor de Vigo tenemos zonas increíbles, de las mejores del mundo, para practicar el enduro: A Guarda, Tui, Salceda, O Vixiador, Cangas...". En sustancia, se pretende que en cada zona adecuada se habiliten tres o cuatro pistas. Los "bikers" colaborarían en su cuidado. "En América se calcula que el 20 por ciento de lo que se gasta un aficionado se emplea en el cuidado de los tramos. Nosotros no tenemos por qué ser menos e incluso podemos ir un paso por delante".

Porque existe un turismo de mountain bike, que incrementería la actividad económica ligada a los montes. Se cursa una petición a la Xunta de Galicia para que intervenga -dando empaque institucional a esta ola que les llega, reorganizando la normativa, marcando los tramos por dificultad-. Ese 3 de febrero en Coruxo ha de recordarse como el día en que una guerra concluyó, inaugurando una nueva era de concordia. Pablo resume: "Esto es imparable".