El piloto español Fernando Alonso se proclamó ayer campeón de la 57 edición de las 24 Horas de Daytona al concluir primero en la clasificación con su monoplaza Konica Minolta Cadillac DPi No.10 del equipo Wayne Taylor Racing cuando la prueba estaba suspendida por lluvia, por segunda vez, y todos los coches se encontraban en boxes. Sus compañeros de equipo ganadores fueron el estadounidense Jordan Taylor, el japonés Kamui Kobayashi y el holandés Renger Van Der Zande.

Aunque la prueba tuvo un final frustrante, antes de que llegase la suspensión definitiva Alonso había dado una lección magistral de pilotaje bajo la lluvia con unos adelantamientos espectaculares que al final le valieron el triunfo a su equipo.

Alonso, en su segunda participación en la prueba de resistencia más importante de la temporada automovilística estadounidense y la de apertura del calendario IMSA, hizo historia al ser el primer campeón de la Fórmula 1 que gana en el Daytona International Speedway. Mientras que es también el segundo español que consigue ganar la prueba después de que lo hiciera Antonio García en el año 2009 dentro de la categoría DP.

El brasileño Felipe Nasr, del equipo Whelen Engineering Racing con el monoplaza Cadillac DPi No.31, y el estadounidense Alexander Rossi, del Team Penske con el Acura DPi No.7, ocuparon el segundo y tercer puesto de la clasificación.

El colombiano Sebastián Saavedra, en los LMP2 con el ORECA No.18, fue el campeón; el brasileño Augusto Farfus, con el coche BMW MB GTE No.25, ganó la modalidad GTLM (GT Le Mans), y el alemán Christian Engelhart se proclamó campeón en la de GTD con el monoplaza Lamborghini Huracán GT3 No.11.

Pero el gran triunfador de la prueba fue Alonso, que hizo una carrera magistral bajo la lluvia cuando salió al volante por segunda y tercera vez. Fue muy superior a todos los rivales en una prueba en la que al final solo se pudieron dar 593 vueltas, muy lejos de la marca de las 808 que hay en la historia de la carrera y que se logró el año pasado. La carrera se dio por terminada a las 23 horas y 50 minutos y fue suspendida dos veces por lluvia y hubo 18 banderas, incluidas las dos rojas. La definitiva apareció a falta de dos horas para el final. Minutos antes Alonso había logrado adelantar a Nasr, que se fue recto, y de esta manera asegurar la victoria al no poder reanudarse más la carrera.

Pero en medio del caos generado por la lluvia torrencial que provocó decenas de trompos y choques, Alonso los sorteó todos para ser el gran triunfador y campeón, además de ser el gran líder del equipo Wayne Taylor Racing en dos relevos decisivos y el tercero y definitivo que lo consagró como el piloto que sabe superarse mejor que nadie en los momentos más difíciles y complicados. El asturiano fue todo temple y aplomo cuando su equipo, con la última actuación de Jordan Taylor, se vio superado por el gran pilotaje de Nasr.

La salida de Alonso para sustituirle fue decisiva y de esta manera el español es el vigésimo segundo de la historia en ganar las 24 horas de Daytona y las 24 horas de Le Mans; pero solo es el tercero tras vencer además una carrera de Fórmula 1. Solamente lo habían logrado antes el italiano Lorenzo Bandini y el mexicano Pedro Rodríguez.

Además, Alonso se convierte en el primer ganador de carrera de Fórmula 1 que reedita este éxito en las 24 horas de Daytona desde que lo consiguiera el colombiano Juan Pablo Montoya en el año 2013.

El automovilismo latinoamericano tuvo a los brasileños Nasr y Helio Castroneves, que formó parte del equipo Team Penske con el Acura DPi No.7, como los grandes protagonistas que hicieron una gran carrera al volante de sus respectivos monoplazas y solo la "magia" de Fernando Alonso les robo el triunfo final.

El otro gran triunfador de la prueba fue Saavedra, que hizo una excepcional carrera dentro de la modalidad LMP2.