El Boiro dio la sorpresa en la última jornada del año antes del parón de Navidad y se llevó un punto en casa del Bergantiños. El líder, con este tropiezo, empieza a ver amenazada su posición ya que el Racing de Ferrol le ha ido recortando puntos, demostrando que está en un estado de forma excepcional. Solo dos puntos separan al Bergantiños de su perseguidor. Paco, que transformó un penalti a lo Panenka, privó a los locales de la victoria, después de que Rubén Rivera remontase con un doblete ante su exequipo el gol de Elier.

El primer tiempo fue especialmente parejo. Tanto el Bergantiños como el Boiro salieron al verde con la idea de terminar el año por todo lo alto. Los locales trataron de llevarse el encuentro apostando por el juego directo. Ahí cobró una importancia capital Cano que, como Rubén Rivera, se reencontraba con su exequipo. Fue Cano el que llevó más peligro a la meta de Rodrigo, pero el buen hacer de la zaga blanca evitó que los locales obtuvieran ventaja en el marcador.

En el segundo tiempo el partido se inclinó del lado visitante, con un contragolpe iniciado y finiquitado por Elier, en el minuto 55. Con el 0-1, el Boiro pasó a dominar el juego y a sentirse cómodo, pero un encontronazo en el área significó el 1-1, ya que el colegiado señaló pena máxima y Rubén Rivera, que entró en el descanso, no perdonó. De nuevo vio puerta el goleador del Bergantiños, rematando un centro lateral para el 2-1 en el minuto 79.

Sin embargo, el Boiro no bajó los brazos y se fue a por la igualada. Conseguiría el premio en el minuto 87, con un penalti que significó las expulsiones de Borja Facal y Cristopher. Sin cambios, un jugador de campo tuvo que enfundarse los guantes y Paco, con toda la sangre fría, transformó el lanzamiento con un disparo a lo Panenka. El gol enfadó a la grada y al Bergantiños, provocando un pequeño rifirrafe. A pesar de la superioridad numérica, el Boiro no fue capaz de llevarse los tres puntos.