El fútbol gallego está llamado a las urnas el próximo mes de diciembre. Se cumplen cuatro años del mandato del actual presidente, Rafael Louzán, y todo apunta que será un proceso electoral movido, pues el regidor podría tener un importante rival en la carrera electoral.

Se trata de Gustavo Falque, presidente del Coruxo, que está recabando información sobre los posibles apoyos que podría lograr para presentarse a las elecciones a la Federación Gallega, y en las próximas semanas deshojará la margarita sobre su presentación o no.

Precisamente, Gustavo Falque fue un pilar fundamental en la elección de los últimos dos presidentes de la Federación. Hace ocho años fue en la candidatura de José García Liñares, abandonando el ente por sus discrepancias con el entonces presidente. Fue cuando Louzán lo convenció para formar una candidatura para derrocar a Liñares, en unas apretadas elecciones en las que el expresidente de la Deputación logró setenta y nueve votos por sesenta y cinco del en ese momento presidente.

Pero ese vínculo con Louzán se ha roto. La gestión del actual dirigente federativo no convence a Gustavo Falque, que antes del verano le comunicó al presidente su decisión de abandonar todos los cargos que ocupaba para desligarse completamente del ente federativo.

Fue entonces cuando personas ligadas al mundo del fútbol le pidieron que diera un paso al frente liderando un equipo y abandonando la idea de ir siempre como segundo de alguien.

Esas llamadas y peticiones fueron las que han llevado a Gustavo Falque a plantearse muy seriamente la posibilidad de presentarse a las elecciones, de ahí que en las últimas semanas haya mantenido contactos para conocer sus posibilidades reales y saber si puede aspirar a la presidencia.