La victoria de Senegal contra Polonia no solo fue el único triunfo de una selección africana en la primera fase del Mundial de Rusia, sino que también convirtió a los senegaleses en los únicos africanos en estrenar su casillero de puntos, además, apenas unas horas antes de que Egipto quedase virtualmente eliminada tras ver como Rusia le ganaba con una sorprendente comodidad. En términos numéricos no fue Senegal superior a Polonia, pero supo imponer su mejor condición física y, tras un primer gol en propia puerta, el segundo tanto, que a la postre sería clave, sirvió para coronar a M´Baye Niang como el salvador del orgullo del continente negro. Un gol de pillo pero para el que fue necesario una velocidad endiablada y sentido de la oportunidad.

Es el momento dulce de un futbolista nacido en Francia y que, pese a hacer carrera en clubes como el AC Milan, es más conocido por sus problemas con la Ley que por su despliegue sobre el verde.

El equipo senegalés dejó una imagen decente, lo que sirvió para reivindicar también a su técnico, Aliou Cissé, que pasa por ser el único entrenador africano de esta Copa del Mundo. Además de los tópicos de un equipo del África negra con poderío físico, rápido y fuerte en el cuerpo a cuerpo, Cissé le dio a Senegal una identidad clara. Cedió el balón a Polonia, tejiendo una red en el medio del campo para, en cuanto los europeos se precipitasen, salir como balas con los tres jugadores que forman por detrás de Diouf en el ataque: Ismaila Sarr, la estrella del Liverpool Sadio Mané y el propio M´Baye Niang, que juega casi como un segundo punta.

Fue Niang el protagonista, aunque a priori todos los ojos estaban en Mané, el que sin duda es el mejor jugador del África negra en este torneo global. Niang, cayendo muchas veces a la banda izquierda, fue un puñal que ganó las espaldas constantemente al lateral derecho polaco Piszczek. El delantero del Torino participó en la creación del primer gol y anotó el segundo.

El orden defensivo que consiguió mantener Senegal fue la otra clave de la victoria, eso sí, en el tramo final cometió el mismo pecado que todos los demás combinados africanos en esta primera jornada: encajar un gol a balón parado. Este hecho evidencia una falta de trabajo táctico en las selecciones de un continente que es la eterna promesa del fútbol mundial.

Con solo 23 años, Niang cuenta con un historial policial llamativo. Fue detenido en Milán por conducir sin carné y sin la edad legal para hacerlo. Aquello ocurrió en 2012. Dos años más tarde estrelló su Ferrari e involucró a otros coches en el accidente, siendo condenado a 18 meses de cárcel. En 2016 sufrió una lesión de tobillo por un nuevo accidente con su Ferrari.

Nacido en la villa francesa de Meulan, el delantero jugó con las inferiores de Francia, pero al llegar a la edad adulta, se decantó por Senegal, el país de su familia, pues fue el primero en llamarle para una convocatoria. Su carrera se disparó a los 13 años, cuando fue fichado por la escuela de fútbol del SM Caen.

Entre 2010 y 2012 alternó el equipo reserva del Caen con la primera plantilla. Disputó 30 encuentros en Ligue 1 y anotó 5 goles. Siempre se habló de su traspaso a un club grande y la oportunidad le llegó con su fichaje por el AC Milan, en donde estuvo seis temporadas, pero alternando cesiones a otros equipos al no rendir nunca como se esperaba de él. En la 2012/13, todavía menor de edad, llegó a saltar al césped en 20 encuentros de Serie A, pero solo vio puerta en un partido de Copa.

La siguiente campaña los milaneses decidieron que completase su formación en el Montepellier. Cinco goles en 22 partidos no sirvieron para que el conjunto rossonero le diese la oportunidad. En enero de 2015 volvía a ser cedido, esa vez al Genoa. En media temporada marcó cinco tantos y, cuando parecía que se asentaría ya en el Milan, comenzó la campaña siguiente con una lesión que le tuvo tres meses alejado de los terrenos de juego. A su regreso llegaría a marcar un doblete contra la Sampdoria, pero en enero se iría cedido por tercera vez.

En esta ocasión su destino era el Watford de la Premier League. Solo dos goles hizo en Inglaterra y el Milan ya no le concedería más oportunidades. El pasado verano se fue al Torino, club para el que jugó esta temporada, firmando cuatro goles en 26 partidos de liga.

Virtudes y carencias

El fútbol de Niang explota a la perfección el contraataque y los huecos que quedan a las espaldas de los rivales, por eso se vio tan beneficiado por la posición adelantada de la defensa polaca este martes. Regatea bien y es poderoso en los duelos aéreos, aunque no es bueno aguantando el balón, por lo que en ataques posicionales suele mostrar carencias. Su mejor versión se suele ver partiendo desde la banda izquierda para llegar a la zona de peligro hacia el centro, aunque muchas veces juega como delantero de referencia.