México logró este domingo una victoria histórica ante Alemania, la actual campeona del mundo. Los mexicanos, tan apasionados por el deporte rey como acostumbrados a las decepciones en las citas globales, lo celebraron por todo lo alto. Muchos medios reportaron incluso la detección de un pequeño seísmo en Ciudad de México, coincidiendo con el gol de Hirving Lozano. Juan Carlos Osorio siguió fiel a su estilo e introdujo modificaciones en el dibujo táctico adaptándose al rival. Apostó por un 4-2-3-1 y logró detener los ataques alemanes con Layún en la línea de tres cuartos, acompañando a Carlos Vela y ayudando al doble pivote formado por Héctor Herrera y Andrés Guardado.

Durante buena parte del partido México atacaba con velocidad y verticalidad, mientras Alemania fue un equipo lento y previsible. Eso sí, la calidad germana hizo que en el cómputo global los actuales campeones del mundo generasen más oportunidades de gol. Y es que contra Alemania siempre es necesaria una buena dosis de suerte para salir campeón.

Pero el héroe para todos los mexicanos es Hirving Lozano, autor del gol en el minuto 35 y nueva estrella del país azteca que en su día buscó en Chicharito Hernández al atacante que, esperaban, les diese el salto de calidad necesario para superar la barrera de los octavos de final.

Ahora esas esperanzas están puestas en un extremo que deslumbró a todo el continente europeo esta temporada jugando para el PSV, y que durante el mes de junio de 2017 se convirtió en un miniculebrón para los aficionados del Celta, que sintieron cerca la posibilidad de que jugase en Balaídos. Al final todo quedó en un sueño poco menos que imposible.

El "Chucky" Lozano, de solo 22 años, ha completado una temporada espectacular en la Eredivisie. Partiendo desde las bandas del ataque de los de Eindhoven, anotó 17 goles y repartió 9 asistencias. Fue la figura clave en el título de liga celebrado por el PSV. Se coronó como el máximo goleador del equipo y compartió once con otros atacantes de calidad como Marco Van Ginkel o el ariete Luuk de Jong. El Hirving Lozano del domingo, que recorrió varias veces toda la banda derecha del ataque mexicano y pisó constantemente el área rival, demostró por qué fue elegido MVP de la Eredivisie. Destaca por sus buenos regates, su velocidad, su capacidad para buscar pases de gol claves y por su precisión para centrar balones a la cabeza de sus compañeros. Tiende a regatear hacia adentro procurándose un buen perfil para ejecutar otra de sus habilidades más depuradas, la del disparo lejano. A balón parado su pie derecho es también un arma a tener en cuenta.

Formado en Pachuca

La carrera del "Chucky" Lozano está íntimamente ligada al CF Pachuca. Pues comenzó a jugar en sus categorías juveniles. A los 18 años, en febrero de 2014, el técnico Enrique Meza le dio la oportunidad de debutar con la primera plantilla, ante uno de los gigantes del fútbol mexicano, el Club América. Aunque ese año solo consiguió cinco goles y cuatro asistencias, ya superó la veintena de encuentros como profesional y, además, perforó la portería rival tanto en su debut en la Liga MX como en la Concacaf Champions League.

La calidad que explotaría en las siguientes tres campañas empezaba a dejarse ver. Hasta 44 goles y 28 asistencias consiguió el extremo en las cuatro temporadas que permaneció en el CF Pachuca. En 2014 consiguió ganar la Copa azteca, en 2016 se impuso en la Liga MX, el que pasó por ser el sexto cetro nacional en la historia de Pachuca.

Se coronó a nivel continental ganando la Champions de Concacaf en 2017. En el máximo torneo de clubes de su confederación, el "Chucky" anotó 8 goles en otros tantos encuentros, coronándose como mejor futbolista del torneo. Fue entonces cuando dio el salto a Europa. Seguro que no le faltan novias para abandonar los Países Bajos.