James Rodríguez tiene ante sí la gran oportunidad de saldar cuentas pendientes. Se marchó del Real Madrid sintiéndose señalado por Zinedine Zidane, con acusaciones de trasfondo sobre su peso, poca actitud de entrenamiento o una vida alterada. Ha regresado a su verdadera dimensión en el Bayern Múnich y gracias a un Jupp Heynckes que lo resucitó.

"Cuando llegué al Bayern el 7 de octubre, James estaba un poco hundido". Con esa claridad habló el actual técnico de la estrella colombiana. Por esa fecha, James aún asimilaba haberse visto obligado a dejar un club como el Real Madrid, donde muchos le hacían sentir querido, y se intentaba aclimatar a un tipo de vida diferente en Múnich. "No estaba en buena forma, no se sentía bien y me encargué de él", explicó Heynckes en la víspera del reencuentro más especial de James con todos los compañeros con los que tocó el cielo futbolístico con la conquista de dos Ligas de Campeones consecutivas. La última la vio desde la grada en Cardiff. Era el último paso de su caída, con una progresiva perdida de confianza de Zidane que acabó impulsando su salida en forma de cedido.

Los grandes se interesaron en un jugador que asombró en el Mundial de Brasil. 80 millones pagó el Real Madrid por hacerse con el máximo goleador de la cita mundialista. Los 17 goles marcados y las 18 asistencias repartidas en su primer año justificaban la apuesta firme por el colombiano, pero en el Real Madrid se vive en un examen diario y el tiempo rebajó el rendimiento hasta que con Zidane acabó apareciendo a ráfagas de calidad pero sin continuidad.

"Hablé mucho larga y tendidamente con él para que poco a poco ganase confianza", desvela Heynckes como uno de sus grandes actos para el fútbol del que presumir antes de volver al retiro. "Ahora James está integrado en el equipo, es más abierto y más libre".

"Nuestros espectadores están fascinados cuando ven jugar a James, ha evolucionado y es fijo en el Bayern, un jugador con fantasía, gran visión de juego y futbolísticamente de lo mejor. Se abrió, transmite que está a gusto en Múnich y es esencial. Aprende alemán y como no es tan fácil, conmigo puede hablar un poco español", sentencia el veterano entrenador.

El destino ha puesto en el camino de James la opción de venganza deportiva. Los focos apuntan al colombiano en un duelo de semifinales repleto de estrellas y al pulso personal con Zidane. Dos personas a los que une la máxima educación, pero que acabaron viviendo una situación incómoda para ambos. De menos a más en el Bayern, James ya ha marcado seis goles y ha repartido doce asistencias, ganando peso en el equipo para impulsar a la directiva alemana a comunicar que desea pagar la opción de compra por menos de 40 millones de euros.