El Boiro se quitó el mal sabor de boca de su derrota ante el Arousa y en esta jornada consiguió una trabajada pero justa victoria en Barraña ante un Alondras CF que se juega un puesto por la promoción de ascenso y que peleó su suerte hasta el pitido final. Los pupilos de Víctor Santos ofrecieron una buena imagen ante su afición y en la primera parte además de controlar más la pelota generaron mayor peligro. Además los locales se adelantaron en el marcador con un bonito gol de Miki Villar a uno de la llegada del tiempo de descanso, con toda la carga anímica que ello implica. Un segundo tanto al filo de la hora de partido a cargo de Cano dejó el resultado muy encarrilado, porque después y aunque los visitantes lo intentaron por todos los medios, lo cierto es que los coruñeses lograron defenderse con mucha seriedad sin conceder apenas y su oponente sólo pudo reducir distancias en el último instante.

El técnico visitante Antonio Fernández pareció tener mucho respeto del Boiro porque planteó un once ciertamente defensivo que durante todo el primer periodo prefirió jugar en su campo, con las líneas bien juntas y lo más cerca posible de su portero. Aunque los visitantes estuvieron cómodos y no pasaron por escesivos apuros, eso le perimitió al equipo local llevar la iniciativa y levantar más inquietud. Un golazo de Miki Villar cuando el partido parecía abocado a legar al receso sin goles supuso todo un mazazo para un Alondras necesitado de sumar los tres puntos.

En el reinicio el Alondras se estiró un poco más pero no acabó de controlar el juego y tras encajar el segundo pasaría por verdaderos nervios. Los visitantes lo intentaron con garra y poco fútbol.