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Orgullo de padres

Jugadores de otras etapas europeas muestran su admiración por el Celta actual

Berges y Revivo en Anfield

El Celta se ha garantizado su novena participación en un torneo continental, a falta de saber si será la Liga Europa o la Liga de Campeones. La generación que dirige Berizzo y encabeza Iago Aspas se une a aquellas otras que abrieron el camino y que reciben con alegría a sus sucesores. Etapas de difícil comparación, aunque en varios casos se repite que los celestes accedieron a Europa poco tiempo después de haber ascendido.

La cuenta se inició en 1971, con aquel Celta en el que abundaba la chavalada propia. En 1969 había concluido la década ominosa en Segunda. "Fue la primera vez y resultaba impensable. Algún mérito también tendríamos nosotros", bromea Manolo, el gran referente de aquella época, que cuajaría en gran capitán de leyenda. "Habíamos ascendido dos años antes, aunque ya habíamos conseguido llegar a semifinales de Copa. El equipo se había ido formando".

A Manolo le entusiasma el Celta actual, cuya campaña califica como "extraordinaria, sensacional, impresionante". Entiende que el valor de este grupo, más similar al suyo en cuestiones como el peso de la cantera, multiplica el del Celta lujoso de Mostovoi. "En aquellos años el Celta tuvo jugadores de gran nivel porque había dinero. Eso es irrepetible. Lo de ahora es fruto del acierto de todos, directiva, jugadores y el entrenador, que ha hecho muchas cosas bien".

Rafael Berges vivió también como capitán el nacimiento de ese Celta que desde 1998, de la mano de Irureta, encadenó seis clasificaciones consecutivas para competiciones europeas. Berges, aunque reside en su Córdoba natal, estuvo hace poco de visita en Vigo y confiesa: "He visto muchísimos partidos del Celta esta temporada. Se ha metido en Europa por méritos propios. El fútbol que ha desarrollado en varias fases de la Liga ha sido impresionante. En el club están haciendo las cosas bien desde hace varios años y este es el final lógico de ese camino". Tilda de "genial" la política de la directiva: "Todo funciona y me alegro mucho. Se ha construido el equipo con una buena base de jugadores de la cantera". Achaca en gran medida el éxito a "la tranquilidad que da Vigo para trabajar en el fútbol".

Berges recuerda que su Celta, aunque el último ascenso databa de 1992, también conocía el sufrimiento -con Castro Santos, justo antes de la llegada de Irureta, se logró la salvación en la última jornada-. "Es un poco igual en la apuesta por gente joven y el acierto por los fichajes. Y sobre todo en un estilo ofensivo de juego que en Vigo siempre ha dado resultado y que es el que yo siempre he defendido".

Aunque continuo en sus resultados, puede apreciarse una cesura en este periodo entre Víctor Fernández y Lotina. El brillo se apaga como peaje por una mayor solidez que abre al fin las puertas de la Champions. José Ignacio es una figura significativa como trasunto de Lotina sobre la cancha y autor del gol de la victoria en San Siro. "Sigo todos los partidos del Celta y el domingo estaré en San Mamés. A ver si llevo el espíritu de Champions conmigo", anuncia el logroñés, que habla en primera persona del plural al referirse al Celta. "Si hay suerte y ganamos, la Champions estará a tiro. La temporada es espectacular y no sólo por la clasificación. El equipo atrae incluso a los que no son aficionados suyos. Aquí en La Rioja la gente pone en el televisor los partidos del Celta porque saben que van a disfrutar".

José Ignacio compartió vestuario con Berizzo, en el que intuía el rol y la filosofía. "Ya se le veía con dosis de entrenador. Hablaba mucho, mandaba, daba instrucciones. Y tenía una gran calidad para sacar la pelota". Al excentrocampista le ilusiona ver Balaídos como en sus años celestes, "cuando se respiraba Europa, como en aquel partido ante la Real Sociedad (cuando se confirmó el billete a la Champions). Después de las penurias que hemos pasado se ha recorrido un gran camino de vuelta gracias a presidente, consejeros, jugadores...".

El final de aquella fiesta fue abrupto, con el descenso, pero de rápida recuperación. Fernando Vázquez condujo al Celta en una sola tacada de Segunda a la UEFA. "Yo creo que quizás no se valoró adecuadamente lo que logramos entonces. La situación económica era complicada tras el descenso", reflexiona Jonathan Aspas, que indica: "La exigencia era entonces muy alta. Y es cierto que teníamos jugadores de renombre: Canobbio, Baiano, Placente, Silva, que empezaba pero venía de realizar una gran temporada con el Eibar...". Admite diferencias en la forma: "Nosotros sufríamos en muchos partidos. Este Celta me gusta mucho, es muy completo y resulta imparable cuando los de arriba tienen el día".

Uno de esos de "arriba" es su hermano Iago. Jonathan es autor del último gol logrado por el Celta en Europa, al Werder Bremen. "Ojalá Iago sea el primero en marcar el siguiente. Siempre dije que Iago estaba predestinado para hacer historia en el club: los goles al Alavés, el ascenso, la permanencia... Tiene un don y espero que siga así".

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