Italia y España protagonizan en Udine un atractivo amistoso entre dos de las candidatas al título de la próxima Eurocopa, que la Roja aspira a ser la primera en conquistar tres veces consecutivas. Del Bosque, en declaraciones a Radio Marca, dejó ayer la puerta abierta a su continuidad tras la Eurocopa. Una opción que seguramente vincula al hecho de que habrá elecciones en la Federación en el último trimestre del año y quizás le pidan que continúe como interino hasta entonces. "Ya hablaremos sobre el futuro. Intentaré ayudar al fútbol español siempre desde donde esté. Todo lo que haga será sin ningún perjuicio para la Federación y la selección nacional", aseguró.

El duelo de hoy se ha convertido en un clásico europeo. Los españoles sólo han perdido con los trasalpinos en una ocasión de diez en los últimos 21 años. El último precedente fue en marzo de 2014, en el homenaje en el Calderón a Luis Aragonés. Triunfo español con tanto de Pedro el día del estreno de Diego Costa.

Es una de las grandes ausencias del partido en Udine y una de las principales dudas por despejar de cara a la Eurocopa. El rendimiento de Aritz Aduriz ha acabado dejando de lado su DNI para que Del Bosque le conceda la oportunidad merecida. Con Morata y Alcácer con el puesto asegurado todo parece destinado a un pulso Costa-Aduriz en la plaza de tercer punta.

Regresa España a una ciudad donde dejó una de las imágenes para la colección histórica de sus fotografías. La protagonizó José Miguel González Martín del Campo, 'Míchel', un 17 de junio de 1990 con su celebración en el triplete a Corea del Sur. "Me lo merezco", gritaba en plena reivindicación.

Del Bosque pierde hoy a dos jugadores claves en su centro del campo. Las bajas de Busquets, por una luxación en un dedo, y Andrés Iniesta, con problemas musculares, abren posibilidades de prueba. Parecen fijos en el once Juanfran, Piqué, Ramos, Alba, Cesc, Silva, Pedro y Morata. Nolito, pese a lo apuntado en el primer entrenamiento en Las Rozas, aguardará en principio su oportunidad en el banquillo.

Italia no podrá contar con muchas piezas fundamentales de la plantilla, como Chiellini, Barzagli o Verratti. El amistoso contra España, expresamente pedido por Conte, será su primer partido en el nuevo estadio Friuli, la casa del Udinese.