El Espanyol no pudo pasar del empate ante el Levante pese a reaccionar de forma brillante en la segunda mitad de forma vistosa, eléctrica y con un tanto de Moreno, ante un rival bien posicionado atrás.

Un regalo puso por delante al contrario demasiado pronto. Roco no controló un balón con atención y Lerma, incisivo, no lo desaprovechó. El fallo blanquiazul desestabilizó a todo el bloque.

La pitada del estadio fue monumental cuando el árbitro señaló el descanso. El Espanyol, con Gerard Moreno entrando por Asensio, parecía decidido a cambiar las protestas. El juego del anfitrión era incisivo,. El Levante tenía problemas para contener el ataque, aunque conseguía aislar a Caicedo de todos los balones.

Era un monólogo y el desenlace ante tanta insistencia era previsible. Después de la pérdida de Simao, Moreno culminó un rápido contraataque tras un ajustado pase de Hernán Pérez en el minuto 57. Los silbidos ya eran aplausos.

De todos modos, cuando el desgaste empezó a notar en los hombres de Sergio González, el Levante demostró que estaba en el encuentro.El Espanyol no rompió el muro. Ni evitó de nuevo los pitos.