Augusto Fernández reprobó ayer a los aficionados que silbaron al equipo el pasado domingo ante la UD Las Palmas, que remontó dos goles en superioridad numérica e impidió al Celta firmar un pleno de tres triunfos en los tres primeros compromisos de Liga. "La gente que va al campo y tiene ganas de pitar yo no la registro porque esa gente debe ser amiga del éxito, de que las cosas vayan bien. Seguramente esa gente no ha ido todos estos años, como cuando hemos peleado por evitar el descenso o cuando el año pasado estábamos en ese bache de resultados. El celtista siempre nos ha apoyado en las malas", afirmó ayer en rueda de prensa el capitán celeste.

Augusto reconoció que él mismo ni se enteró de los silbidos. "Se ve que, por la tensión y concentración del partido, no me di cuenta. Por eso digo que no hay que generalizar, porque el verdadero celtista, el que nos alienta y está en las malas, es el que realmente se hace escuchar. Esos pocos que puedan haber pitado, por mi parte, que se queden en su casa", agregó.

El centrocampista no discutió el derecho de los disconformes a expresar su opinión. "Yo no les digo o les obligo a que se queden en su casa, solo digo que el equipo necesita del aliento de la gente en los momentos malos. En las buenas es fácil, pero esos no son los que sirven, los que sirven son los que nos ayudan en los momentos de decaimiento, cuando se los necesita, desde que yo estoy acá, los celtistas son esos", dijo.

Augusto Fernández explicó que no entendía que se silbase al equipo incluso con el mal partido firmado ante Las Palmas desperdiciando, hasta en dos ocasiones, una renta de dos goles con un jugador más sobre el campo. "No busco entenderlos. El año que estuvimos en descenso e incluso el año pasado hemos pasado por momentos peores y la gente siempre ha estado con nosotros. Por eso digo que, si hubo pitos, fueron de unos pocos y no busco justificarlos. Allá ellos, yo no gasto energías en ellos", subrayó

Preguntado sobre si Pablo Hernández, el Tucu, que en algunos momentos fue destinatario de los pitos, podía estar preocupado por esta situación, el primer capitán céltico se mostró concluyente: "Los argentinos estamos acostumbrados a este tipo de situaciones, así que no creo que le afecte en nada al Tucu", aseguró.

Augusto Fernández restó, por otra parte, importancia a la sobrecarga muscular que le ha impedido entrenarse con el grupo en los dos últimos días y se puso a disposición de Eduardo Berizzo para el duelo de este domingo en el Ramón Sánchez Pizjuán, que el Celta afronta con la idea de sumar tres nuevos puntos. "Físicamente me estoy sintiendo bárbaro y no pienso en reservarme. Eso cosa del entrenador. Yo ya pensaba hoy en entrenarme y fue el profe [Pablo Fernández, el preparador físico] el que prefirió no arriesgar. Pero estoy a disposición del técnico para jugar el domingo", dijo. Y añadió: "Nos tomamos la cita con la seriedad que merece. Y seguiremos respetando nuestra idea con independencia del rival y el objetivo de ganar el partido, como hacemos siempre", destacó el jugador argentino.