Antonio Serrat, que en Londres disputaba su primera prueba de las Series Mundiales, recorrió los últimos 300 metros mirando hacia atrás. Quería aguantar el arreón final de Jonathan Brownlee y lo consiguió. El joven vigués entró 39º, con un tiempo de 52:17; el inglés, bronce olímpico en ese mismo escenario tres años antes, 42º con 52:29. "Fue suerte. Él había pinchado la rueda de la bicicleta y tardó en cambiarla. Pero lo cierto es que no quería que me pasase", admite Serrat.
El chiquillo, subcampeón mundial júnior en dos ocasiones, en esta campaña de aterrizaje en sub 23, habla con la misma humildad de su récord londinense: es el español más joven en haber puntuado en las Series Mundiales. Lo consiguió a los 20 años y 132 días de vida que tenía el pasado domingo. "Fernando Alarza, mi compañero de entrenamientos (el andaluz trabaja en el CGTD de Pontevedra), también había puntuado con 20 años, aunque con algunos días más. Pero él fue 20º. De todas formas, mi objetivo era disfrutar sufriendo".
Esa meta la cumplió sobradamente. Todos los nombres le llenan la boca porque son gloria en el triatlón: la natación en el lago Serpentine y el circuito por Hyde Park, el campeón olímpico Alistair Browlee cruzando la meta, él compartiendo segundo grupo en carrera con Mario Mola o Richard Murray... "Claro, siempre te gustaría haber quedado más adelante. Pero ha sido una experiencia inolvidable. El ambiente es espectacular, ya desde el calentamiento", valora. "Estoy satisfecho".
Le agrada lo hecho, pero también lo que ha aprendido que debe hacer. Esta sexta prueba de las Series Mundiales de 2015 ha sido un master acelerado para el vigués. "Tengo muchos puntos por mejorar. En la salida de la natación noté mi falta de experiencia. Hay que saber colocarse bien. Todos salen fuertes en los primeros metros. En bicicleta las velocidades son muy altas, aunque pude entrar a los relevos en el grupo en el que estaba. En la carrera también comienzan muy rápido, más de lo que irán después. Yo todavía no tengo esa capacidad".
El principal obstáculo en la transición hacia la madurez es el cambio en las distancias, que se doblan para alcanzar las especificaciones olímpicas (1,5 kilómetros de natación, 40 en bicicleta y 10 a pie). Londres, sin embargo, se disputaba en la modalidad sprint, que reduce a la mitad las distancias. "Para estrenarme me resultó beneficioso. Es mi primer año en la categoría sub 23 y el aumento de distancia se nota. Aquí pude tener las cosas más controladas. Esta gente va igual de rápido en la distancia olímpica", exclama con admiración.
España dispone de seis plazas en cada episodio de las Series Mundiales. Si no existen bajas, Javi Gómez Noya, Mario Mola, Vicente Hernández y Fernando Alarza tienen las suyas aseguradas. Los buenos resultados en citas como Quarteira (7º), Melilla (2º) y Fuente Álamo (3º), y ausencias como la de Gómez Noya, le abrieron la puerta de Londres a Serrat. Y los puntos cosechados en la capital británica le aproximan a repetir aventura (Hamburgo, Estocolmo, Edmonton y Chicago completan el calendario de 2015). Serrat ignora cuándo podrá competir con regularidad en las Series Mundiales. Ni siquiera asegura poder lograrlo algún día. "Eso lo tendrán que decidir las carreras. Yo me entreno y me esfuerzo para lograrlo, pero igual que muchos. Voy prueba a prueba". Su calendario no admite reposo. De Londres volvió el lunes a última hora y el martes por la mañana comenzó el plan habitual de doble sesión diaria: "El viaje ha sido mi descanso".
El Campeonato de España, a finales de mes en Pontevedra, es el reto individual más inminente. Un equipo francés, el de Rouen, lo ha enrolado para disputar algunos días antes el triatlón de Valence, de la poderosa liga gala. Acude como fichaje, como hace de vez en cuando Gómez Noya. Al ferrolano se le cruzó antes de ayer en el CGTD. Uno salía de la piscina y otro entraba. "Me dio la enhorabuena", revela Serrat. Y es casi el mejor premio.
