- En Brasil ha optado por entrenar con un grupo de palistas. Eso es una novedad con respecto a sus anteriores ciclos de preparación. ¿Prefiere este nuevo modo de trabajar?

- Hay momentos del año en los que prefiero entrenar solo y momentos en los que prefiero estar con gente, sobre todo en la primera parte de la temporada, que sí que agradezco mucho entrenar acompañado. Las series largas a mí no me gustan nada y con gente se hacen más amenas. Ya cuando llega la última parte de la temporada, con series más cortitas y con mucha velocidad, lo llevo mucho mejor y ahí sí que agradecería entrenar solo, pero bueno, somos un grupo y hay que entrenar todos juntos.

- Su compañero Isaías Queiroz es uno de los candidatos al podio olímpico en Río.

- Es un chico joven, tiene 20 años, y con muchas ganas de triunfar. Aparte de las cualidades que tiene es un gran trabajador. Yo la verdad es que me llevo muy bien con él. En el agua ya cambia un poco, pero la relación sigue siendo buena.

- Ahora cambiarán su zona de entrenamiento en esta fase crucial de preparación.

- Estuvimos entrenando hasta ahora en Sao Paulo. Los Juegos van a ser en Río, pero nos vamos ahora a Minas Gerais, un poco más al norte. El equipo brasileño ya está allí entrenando y creo que es un sitio bueno para trabajar. La pista olímpica todavía no está hecha y no podemos entrenar allí, que creo que sería lo más adecuado, pero las condiciones son buenas para entrenar y allí estaremos.

- ¿Satisfecho con su decisión de haber decidido establecer su base de entrenamientos en Brasil?

- La nota negativa es que en Brasil la seguridad es muy mala y hay que andar siempre con cuidado, pero no encuentro ningún otro aspecto negativo. En general es todo positivo. Este invierno en Galicia fue muy malo, hacía mucho frío y yo, sin embargo, allí tenía una buena temperatura para entrenar. Ayuda bastante poder entrenar a 30 o a 35 grados y no estar aquí pasando frío. El año pasado vine en diciembre y llegué aquí con 5 o 10 grados y estuve una semana en cama con gripe.