El Celta B dejó escapar dos importantísimos puntos en su lucha por intentar escapar de los puestos complicados de la clasificación en un choque que parecía tener controlado pero no supo resolver y en el que el oportunismo de Joselu fue suficiente para que el Compostela lograse el empate. Los vigueses se complican de este modo mucho su futuro puesto que en las ocho jornadas que restan para acabar la temporada, únicamente tendrán dos encuentros más en casa y tendrán que afrontar complicadas salidas a Ferrol, Oviedo y Burgos. Sin embargo, posiblemente la más importante sea la de la próxima jornada, cuando el equipo de David de Dios visitará al Caudal, un rival directo en la pelea por la permanencia.

La disposición táctica y el empuje inicial concedió el mando del partido al Celta B, que supo sacar provecho a su superioridad numérica en el centro del campo. Los vigueses eran plenamente conscientes de la trascendencia del choque y así quisieron dejarlo claro desde el inicio, con una intensa presión arriba que maniató al Compostela.

Thaylor, Marcos Torres y Borja Iglesias avisaron con sendos disparos en los diez minutos iniciales. Sin embargo, fueron los visitantes los que pudieron abrir el marcador al cuarto de hora, en una buena contra en la que Jorge dejó a Joselu solo delante de Rubén Blanco pero su tímido intento de vaselina murió en las manos del meta céltico.

Sin tiempo para asimilar el susto llegó el gol del conjunto de David de Dios, Thaylor peleó un balón en mediocampo, robándolo y permitiendo a Goldar encontrar el espacio para habilitar a Borja Iglesias. El potente disparo raso del delantero vigués hizo el resto para lograr el 1-0 (minuto 18).

El propio Borja Iglesias volvió a ser protagonista a la media hora de encuentro, con una gran acción individual para colocar un peligrosísimo centro que Borja despejó con muchos apuros.

Los últimos quince minutos de la primera mitad sirvieron para que el Compostela se sacudiese algo el dominio, dando muestras de su potencial ofensivo como uno de los equipos más realizadores de la categoría. Primero, Joselu no acertó a conectar el remate en un buen centro de Jimmy (min. 35). Después, el goleador compostelano disparó muy alto tras un rechace de Rubén a otro envío del propio Jimmy (min. 40). Y, por último, Jordan disparó demasiado centrado a las manos del meta local en la jugada de estrategia con la que acabó la primera parte.

Fredi optó en el descanso el intermedio por retirar a Casty y dar entrada a Rey, recolocando a sus jugadores para pasar ahora a una línea de cuatro atrás y reforzar su mediocampo. De Dios apostó, por su parte, por continuar con la dinámica de la primera parte, con una intensa presión muy arriba que dificultaba mucho el juego de los visitantes.

Sin embargo, existía el riesgo de los balones largos. Rey estuvo a punto de aprovechar uno al poco de reanudarse el partido pero Rubén, oportunísimo, salvó a los vigueses al ganarle la partida en el mano a mano.

Pese a todo, la iniciativa continuaba siendo de Celta B, sin claras ocasiones pero sí con la sensación de dominio y de tener el partido en la mano puesto que el Compostela no volvía a acercarse con peligro a su portería. Además, Goldar pudo sentenciar en una buena falta lateral sacada por Maceira a la que no llegó por muy poco (min. 58).

El encuentro avanzaba hacia su final sin que los locales fueran capaces de cerrarlo ni los visitantes dieran la impresión de poder empatarlo hasta que todo cambió en un minuto. El Celta B tuvo la victoria en un gran pase de Antón que dejó a Aitor solo delante de Adrián, pero el jugador vigués estrelló su remate en el cuerpo del portero compostelano. Era el minuto 82.

En la siguiente acción, Rey profundizó por banda izquierda y acabó sacando un disparo que obligó a Rubén a meter una espléndida mano abajo para evitar el gol. Sin embargo, el balón quedó suelto dentro del área y ahí apareció Joselu para mostrar su olfato goleador y confirmar por qué es el máximo realizador de la categoría.

El empate supuso un duro mazazo para el filial céltico que veía cómo se escapaban dos puntos vitales. Aún quedaban casi diez minutos para buscar el tanto de la victoria, más con el corazón que con la cabeza. Borja Iglesias pudo lograrlo con un potentísimo disparo que se marchó fuera por muy poco en el descuento. Pero la pelota no quiso entrar y otros dos puntos se escaparon de Barreiro en un nuevo encuentro en el que los pupilos de David de Dios merecieron un premio mucho mayor.