La entrada de una nueva ciclogénesis explosiva por el noroeste peninsular se dejó sentir ayer por la mañana en A Madroa. La intensa lluvia y el fuerte viento dificultaron el trabajo de la plantilla del Celta. Los ayudantes de Luis Enrique incluso tuvieron que recurrir a una piedra como anclaje de una de las porterías móviles, para evitar que la tumbase la ventisca.El club decidió suspender todas las actividades de tarde que estaban programadas en la ciudad deportiva, donde el primer equipo celebró un entrenamiento pasado por agua.

El Celta busca la tercera victoria consecutiva de la temporada, algo que no consigue desde la temporada 2006-2007. En aquella ocasión esos triunfos no le impidieron descender a Segunda División, pues los nueve puntos conseguidos en el tramo final de la Liga le mantuvieron en la antepenúltima posición.

Los de Luis Enrique se pasaron más de una vuelta del campeonato sin encadenar dos victorias. Ocurrió el viernes pasado, después de cinco intentos fallidos. Este ciclo de resultados positivos comenzó una semana antes en Balaídos, después de ganarle al Betis (4-2).

Contra el conjunto bético también arrancó la última racha de tres triunfos. En aquella ocasión, los célticos ganaron en Balaídos por 2-1 a los andaluces, en la antepenúltima jornada de Liga. A la semana siguiente dieron la sorpresa en el Vicente Calderón, donde superaron al Atlético de Madrid por 2-3. En la jornada de clausura, el Celta se deshizo del Getafe (2-1), pero esos tres puntos no le valieron para evitar el descenso a Segunda División. Los triunfos bajo sospecha del Betis en Santander y del Athletic de Bilbao en casa ante el Levante acabaron con las ilusiones del equipo gallego de continuar en la máxima categoría.

Ocho años después, el Celta puede igualar su última racha de tres triunfos seguidos en Primera División. No hay dos sin tres.