Balaídos presentará el sábado en el decisivo encuentro ante el Espanyol un ambiente difícilmente inmejorable. El cielo se ha abierto tras este fin de semana y en el Celta, tanto la plantilla como la afición, comienzan a creer seriamente en las opciones de continuar la próxima temporada en Primera División. De esta manera, el municipal vigués vestirá sus mejores galas para convertir el estadio en una caldera que lleve al equipo en volandas. El ritmo de venta de billetes va por muy buen camino y ya se han despachado 1.500 en el primer día, por lo que se pueden agotar sin problemas a mediados de esta semana.

Ayer se inició la venta de localidades para el choque. Al igual que en las últimas jornadas como locales, el club ha puesto en marcha la promoción en la que el abonado puede adquirir las entradas que desee a mitad de precio. Además, a diferencia de los últimos partidos, se suprimen los convenios y también se han puesto a la venta entradas en las gradas de Gol y Preferencia, además de reservar la zona visitante ante la previsión de que no haya aficionados del Espanyol, que no se juega nada el sábado. Los precios con descuento para socios van desde los 20 euros en Tribuna hasta los 15 en el resto de gradas (Río Bajo y Alto, Gol y Preferencia). Para el público en general, oscilan entre 40 y 30 euros.

Pese a la alta demanda que se produjo en este primer día, las taquillas funcionaron con total normalidad, con el servicio reforzado para evitar las colas alrededor de Balaídos, una estampa común en otras citas que ayer no se produjo.

Las entradas, tanto para abonados como para el público en general, pueden adquirirse hasta el viernes en la oficina de abonados (de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00) y el mismo día del partido en las taquillas del estadio (de 10:00 a 14:00 y de 17:00 hasta el inicio del encuentro). Además, el servicio de entradas online está disponible las 24 horas del día. Precisamente, la venta por internet ha sido todo un éxito, ya que un 25% de las localidades vendidas ayer fueron bajo esta fórmula.

Con lo cual, todo hace indicar que Balaídos estará a rebosar para intentar celebrar la salvación casi un año después de festejar en ese mismo escenario el ascenso a Primera División tras cinco años vagando por la categoría de plata, donde el Celta no quiere regresar bajo ningún concepto el próximo sábado.