Las pesadillas del pasado regresaron para la defensa celeste. Los centros laterales lastraron a un Celta que acusó su falta de pólvora en San Mamés. Un gol de cabeza de Aduriz en la primera parte fue suficiente para que el conjunto vigués se reencontrase con la derrota lejos de Balaídos. De Lucas tuvo el tanto del empate en un mano a mano con Iraizoz. El cuadro celeste desperdició una oportunidad para distanciarse con los puestos de peligro.

Paco Herrera apostó por su esquema habitual. El técnico extremeño introdujo su once de gala. Vila suplía al sancionado Gustavo Cabral mientras que Natxo Insa era el elegido para suplir a Álex López. Mario Bermejo culminaba las novedades con respecto a la alineación de la pasada jornada ante el Levante. El cántabro sería el acompañante de Iago Aspas en la parcela ofensiva.

El Celta comenzó cómodo el partido. Se mostraba bien plantado ante un rival incapaz de crear peligro sobre el marco de Javi Varas. El problema era que el ataque celeste no era tan certero como en otras ocasiones. Iraizoz tampoco tenía trabajo. El cuadro visitante pedía penalti por una posible falta sobre Mario Bermejo. El duelo era totalmente táctico. No había oportunidades ni por un bando ni por otro. La presión de ambos conjuntos evitaba la construcción de juego desde atrás.

El Athletic despertó. Encontró la forma de hacerle daño a la defensa de un Celta que, hasta la media hora de partido, apenas sufrió. Los centros laterales volvieron a ser la pesadilla para la zaga del equipo de Paco Herrera. Ramalho y Aurtenetxe comenzaron a subir al ataque para crear superioridad por banda. Los locales empezaban a dominar a un conjunto vigués que sufría ante una de las bazas del cuadro vasco, el juego aéreo.

La jugada clave del choque llegó precisamente en un envío desde el costado izquierdo. Ibai Gómez, uno de los destacados del partido, puso el esférico en la cabeza de Aduriz. El ariete rojiblanco, en el área pequeña, no falló y batió a Javi Varas. El tanto catapultó al Athletic, que siguió explotando las asistencias desde las bandas para intentar distanciarse en el marcador.

El Celta no reaccionaba. Sólo una cesión de Amorebieta hacia Iraizoz estuvo a punto de ser aprovechada por Iago Aspas. El guardameta local, atento, despejó el esférico a saque de banda. El conjunto vigués seguía sin crear peligro. Se mostraba demasiado plano en ataque. Demasiado previsible ante la defensa más vulnerable de la categoría. El conjunto vigués se fue estirando con el paso de los minutos. Paco Herrera comenzó a mover banquillo. Introdujo a De Lucas por Natxo Insa. El extremeño cambiaba también el dibujo táctico de su equipo. Apostaba por el esquema de la remontada copera ante el Almería. La variación apenas dio resultado. El Athletic no dominaba. Sólo intentaba sorprender a la contra, aunque las ocasiones seguían sin llegar para el bando visitante.

La oportunidad más clara la tuvo De Lucas. El catalán desperdició un mano a mano ante un Gorka Iraizoz que sacó una mano espectacular. Esa jugada y un disparo desde la frontal del área de Krohn-Dehli que se fue rozando la escuadra de la portería local fueron las ocasiones más claras de un Celta que fue demasiado previsible en ataque.

Los tropiezos de los equipos de la zona baja de la tabla minimizan la derrota. Sin embargo, la situación en la que llevaba el Athletic invitaba a pensar que el conjunto vigués podría asaltar San Mamés. La derrota evita que los hombres de Paco Herrera se sitúen en una zona cómoda de la clasificación.

Ficha técnica:

Athletic: Iraizoz; Ramalho, Ekiza, Amorebieta, Aurtenetxe; San José, Ander Herrera (Laporte, 89´), De Marcos; Susaeta (Toquero, 87´), Ibai (Muniain, 75´) y Aduriz.

Celta: Javi Varas; Hugo Mallo, Vila, Túñez, Roberto Lago; Oubiña, Natxo Insa (De Lucas, 60´); Augusto Fernández, Mario Bermejo (Toni, 74´), Krohn-Dehli; e Iago Aspas.

Gol: 1-0: Aduriz (33´)

Árbitro: Teixeira Vitienes (comité cántabro). Mostró tarjeta por el Athletic a Amorebieta, San José y De Marcos mientras que por el Celta vieron cartulina amarilla Natxo Insa, Augusto Fernández y Oubiña.