Los Angeles Lakers, los actuales campeones, son, sin duda, el equipo a batir en la nueva temporada de la NBA, y para ello se han preparado a conciencia tanto física como mentalmente en la pretemporada.

Los Lakers parten con la ventaja de continuar con los mismos jugadores con los que logró su decimocuarto título de liga y, además, consiguió el cambio del alero Ron Artest por Trevor Ariza para dar aun más calidad a su juego defensivo.

Además, han visto, con gran satisfacción durante la pretemporada, el resurgir del pívot Andrew Bynum, que ha ofrecido su mejor versión en todos los aspectos del juego.

El escolta Kobe Bryant, junto con el español Pau Gasol, los dos grandes artífices del triunfo de la pasada temporada, llegan más motivados que nunca para reivindicar que el título se consiguió porque fueron el mejor equipo de la liga.

Los Lakers son los claros favoritos a estar de nuevo en las Finales de la NBA, pero antes, en la Conferencia Oeste, tendrán que enfrentarse a rivales de la categoría de los Nuggets de Denver, Spurs de San Antonio, Mavericks de Dallas, Jazz de Utah y Trail Blazers de Portland, que no se lo van a poner fácil.

Los Nuggets, que lucharon por el título de la Conferencia Oeste, no han hecho ninguna adquisición importante para reforzar su plantilla, más al contrario, se quedaron sin el lituano Linas Kleiza, que fichó por el Olympiacos para que llegase Arron Afflalo, pero al igual que los Lakers siguen con su núcleo principal intacto.

No ha sido el caso de los Spurs, que sí consiguieron al alero Richard Jefferson, sumando un versátil jugador en el perímetro para complementar al trío formado por el francés Tony Parker, el argentino Manu Ginóbili y Tim Duncan.

Pero la gran baza de los Spurs, en el que puede ser su último año con aspiraciones al título con Ducan como protagonista, se encuentra en el alero novato DeJuan Blair, el auténtico "robo" en el pasado sorteo universitario, que durante la pretemporada ha mostrado todo el potencial de estrella que tiene.

También se han reforzado bien los Mavericks de Dallas con Shawn Marion, Drew Gooden y Kris Humphries, jugadores altos y versátiles que junto al alero alemán Dirk Nowitzki, en su mejor momento físico y mental desde hace varias temporadas, pueden ser una pesadilla.

Los Jazz, en su línea de equipo sólido y equilibrado con Carlos Boozer y Paul Millsap como hombres claves en el ataque bajo la dirección del base Deron Williams, tampoco se les puede descartar en la lucha por el título.

Lo mismo sucederá con los jóvenes y talentosos Trail Blazers de Portland, que mantuvieron todo el bloque de los titulares con el escolta Brandon Roy y el alero LaMarcus Aldridge a la cabeza, más el pívot Greg Oden, que por fin, en su tercer año como profesional, pueden hacer mucho daño.

Su gran adquisición ha sido el veterano base Andre Miller, un jugador con gran experiencia, que ha encajado perfectamente en el sistema del entrenador Nate McMillan, con el ataque de medio campo, donde los reservas, el español Rudy Fernández y Travis Outlaw, serán de gran ayuda.

Pero serán Los Angeles Clippers, uno de los peores equipos de la pasada temporada, los que se presentan como el conjunto que puede ser la gran revelación después de lo mostrado durante los partidos de pretemporada. El alero Blake Griffin, seleccionado con el número uno en el pasado sorteo universitario, es su principal figura.

Su entrenador, Mike Dunleavy, ha logrado por fin reunir a un equipo lleno de juventud y talento, las dos cualidades por las que había apostado y pedido paciencia para poder construir una franquicia con posibilidades de triunfo.

Dunleavy también está muy satisfecho con la química que ha mostrado el equipo a nivel de conjunto, donde el alero Al Thornton ha mostrado un gran crecimiento como jugador, lo mismo que el base Eric Gordon, un segundo año, que está listo para ser la pareja ideal junto al veterano Baron Davis.

Precisamente, el rendimiento que esta temporada pueda tener Davis, junto con el pívot veterano Marcus Camby, las dos grandes decepciones de los Clippers en la pasada liga, también establezca el potencial real que el equipo tenga para estar entre los mejores.

La primera prueba de fuego la tendrán el próximo martes cuando disputen el partido inaugural de la nueva temporada frente a los Lakers, en el Staples Center.

En ese partido los Lakers recibirán de manos del comisionado de la NBA, David Stern, los anillos de campeones de liga, mientras que los Clippers observaran lo que pueden protagonizar en un futuro, si su actual plantilla cumple con las expectativas desde el primer partido de la nueva temporada y las lesiones los respetan