Salvaterra supera los 50.000 agüistas

A temperaturas de 43, 42 y 41 grados, las tres pozas de agua caliente pura, y una cuarta de agua fría, de las termas municipales de Salvaterra de Miño han atraído a más de 50.000 personas desde su puesta en funcionamiento en 2019, a pesar de haber permanecido cerradas durante la pandemia del COVID.

La mayoría de sus usuarios son vecinos del área de Vigo, pero también de otros puntos de Galicia y de Portugal. Muchos de ellos acuden regularmente una vez a la semana, por las propiedades de estas aguas sulfatadas, sulfuradas y cloradas, que emanan directamente del subsuelo y que, a diferencia de otras termas, no se mezclan para rebajar su pureza y temperatura. Sus propiedades son beneficiosas, fundamentalmente, para las vías respiratorias, para la piel y contribuyen también a mejorar problemas digestivos o reumáticos. Son antiinflamatorias y descontracturantes.

Acceder a ellas requiere tener al menos 10 años de edad y los niños y niñas de hasta 15 años deben entrar acompañados de un adulto. “Hay que tener en cuenta que el espacio termal de Teáns-Oleiros es un espacio de relajación y sus aguas son puras, salen directamente del manantial. En otros lugares se mezclan porque salen muy calientes, aquí no, aquí son aguas puras. Por lo tanto, niños y niñas menores de 10 años que quieran acudir tienen que hacerlo con una prescripción del pediatra”, explica la alcaldesa de Salvaterra, Marta Valcárcel, quien considera que el éxito se debe a que conjugan “aguas termales con propiedades fantásticas y un espacio de relajación a orillas del Miño con vistas al recinto amurallado de Monçao”.

Precios económicos

Sorprendentemente, aunque el agua caliente suele ser una opción más demandada en invierno, las termas de Salvaterra han batido récord de visitantes el último verano. Con vestuarios, hamacas de piedra y aparcamiento propio están abiertas de miércoles a domingo.

Su precio es de 4 euros, salvo para los residentes en la Eurociudad Salvaterra-Monçao, para quienes la entrada cuesta la mitad, 2 euros. Además existen bonos de diez baños a un precio de 30 euros.

Estas cuatro pozas se inauguraron en 2019, permanecieron cerradas durante la pandemia y, tras obras de mejora, vuelven a estar abiertas. “Realizamos obras y ahora son una referencia en toda la contorna. Sus aguas con propiedades muy buenas, son útiles para procesos respiratorios o dermatológicos, para combatir enfermedades respiratorias y digestivas, son sulfatadas sulfuradas y cloradas lo que hace que tengan unas propiedades muy buenas”.

Han sido las primeras termas reconocidas por la Xunta de Galicia y son de uso lúdico. Su uso no requiere reserva previa.

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