Noa come en el cole y a su hermana Eva no le dejan

Una madre de Peitieiros lucha por que su hija de 3 años pueda ir al comedor escolar como hacían los alumnos de la unitaria hasta el curso pasado: “Hai que facer números para recoller as dúas”

Aurora Rodríguez, con sus pequeñas, ante los dos coles de Peitieiros: el de Noa, a la izquierda, y el de Eva, a la derecha.  | // ALBA VILLAR

Aurora Rodríguez, con sus pequeñas, ante los dos coles de Peitieiros: el de Noa, a la izquierda, y el de Eva, a la derecha. | // ALBA VILLAR / Neli Pillado

Pasta con tomate de primero y caballa con lechuga y tomate de segundo almorzó ayer Noa. Su hermana, Eva, comió arroz con lomo en salsa. Las dos tomaron yogur de postre. Tienen solo 8 y 3 años y viven en la misma casa, a apenas cien metros del cole, pero almuerzan separadas. La mayor, de 8 años, estudia 3º de Primaria en el CEP Neira Vilas de Peitieiros y se queda cada día en el comedor. La pequeña, de 3, empezó en septiembre su trayectoria escolar al otro lado de la carretera, en la antigua escuela unitaria de la parroquia gondomareña, hoy integrada en el Colexio Rural Agrupado (CRA) Antía Cal, pero el servicio está vetado para ella. La diferencia de horarios supone un grave problema de conciliación para su madre, Aurora Rodríguez Freiría, que lleva meses luchando sin éxito ante la Administración para que sus dos hijas dispongan de los mismos derechos. “Teño que facer números co traballo para poder atender as dúas a esas horas”, lamenta.

Aurora es técnica informática y su horario laboral finaliza a las 15.30, hora a la que la mayor sale del comedor. El problema está en recoger a la pequeña de clase a las 14.00 y cuidarla hasta que su hermana finaliza la jornada. “É un problema que non teriamos por que estar pasando”, explica. Al estrés de buscarse la vida para resolverlo suma la “impotencia” que le genera la situación que considera “discriminatoria”. Y es que dos compañeros de su hija en la unitaria sí pueden hacer uso del servicio.

El aula infantil de Peitieiros ha bajado de 36 a 19 alumnos desde que carece de servicio de comedor

La incongruencia se produce desde que la Xunta asumió el curso pasado la gestión de los comedores escolares gondomareños, que hasta entonces organizaba el Concello, y dejó a la unitaria sin el servicio. Ninguna de las otras aulas del CRA disponían de derecho a comedor, pero la de Peitieiros sí, por su ubicación a unos metros del colegio de Primaria. El traslado de los pequeños para llevarlos a comer podía hacerse a pie, sin necesidad de transporte. Solo había que acompañarlos a la hora de cruzar. De hecho, la de Peitieiros era el aula más numerosa del CRA y, desde que se quedó sin comedor ha perdido casi un 90% del alumnado. De los 36 niños del año pasado le quedan 19.

Las familias de la vieja unitaria se movilizaron hace un año para exigir que se mantuviese el derecho a disfrutar de los menús escolares de sus pequeños, pero finalmente la Consellería de Educación solo permitió continuar a los niños que ya acudían al comedor el año anterior. Son dos los que siguen cruzando la calle este año para comer mientras sus 17 compañeros se van a casa.

Las familias esperan ahora a que abra el comedor del CRA que el Concello de Gondomar prevé habilitar también en Peitieiros, en la antigua vivienda docente. El alcalde, Paco Ferreira, espera que entre en funcionamiento en septiembre. La unidad técnica de la Consellería de Educación ha comunicado en los últimos días al Concello que el inmueble es apto para albergar el servicio y ahora el gobierno municipal debe solicitar informes a la Dirección Xeral de Patrimonio y a la Diputación, entre otros organismos. Una vez obtenga las autorizaciones comenzará las obras, presupuestadas en 50.000 euros, que se prolongarán dos meses, según indica el proyecto. Habrá que habilitar un servicio de transporte para desplazar a los escolares hasta allí.

El Concello espera abrir el servicio para las cinco aulas del CRA en septiembre

Aurora Rodríguez ha acudido a la Valedora do Pobo para exponer la situación y la respuesta la ha indignado. “Contesta que os nenos que van ao comedor do Neira Vilas son de familias usuarias de Servizos Sociais e sei que non é certo”, asegura. “Se así fora pareceríame ben porque ante un caso de necesidade é lóxico que se faciliten todas as axudas, pero a única diferencia destes nenos co resto é que xa ían ao comedor o ano pasado”. Y eso no es motivo, argumenta la madre tras estudiar la normativa, para discriminar a unos alumnos respecto a otros.

Ha solicitado por escrito hasta en dos ocasiones a la Consellería de Educación que permita a su hija acudir este curso al comedor del Neira Vilas. Todavía no ha obtenido respuesta a la carta en la que menciona el Decreto 132/2013, que regula los comedores escolares en Galicia y que afirma que “a consellería competente en materia de educación proverá, mediante a modalidade máis conveniente en cada caso, a prestación do servizo de comedor escolar ao alumnado que curse a ensinanza básica e/ou segundo ciclo de educación infantil”. Recuerda en el texto que no se ha aplicado una instrucción de este mismo año de la Secretaría Xeral Técnica de la Consellería de Educación que indica que “sempre que as condicións dos locais o permitan, poderá autorizar que alumnos/as dun centro escolar accedan a un comedor que funcione noutro centro distinto” .

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