La reforma de la lonja de Baiona terminará a medias tras un año de contratiempos

La falta de materiales causó paros en las obras, explica la Xunta, y la nueva nave para las chabolas de marineros tendrá que esperar

Los trabajos que debían finalizar en marzo de 2022 siguen en marcha. |  M. G. BREA

Los trabajos que debían finalizar en marzo de 2022 siguen en marcha. | M. G. BREA / Neli Pillado

La primera reforma de la lonja de Baiona en dos décadas entra en su recta final con un retraso de un año y con un recorte significativo respecto al proyecto inicial. La falta de materiales que ha mantenido contra las cuerdas al sector de la construcción durante mesas ha obligado a suspender las obras en varias ocasiones e incluso a descartar por el momento la creación de una nueva nave para las chabolas de los marineros, según explica la Consellería do Mar.

Los trabajos que permitirán trasladar las oficinas de la Cofradía al edificio portuario y centralizar así en el muelle los servicios para los marineros y mariscadores arrancaron en junio de 2021 con nueve meses de plazo de ejecución. Debían acabar en marzo de 2022 pero lo harán con un año de retraso al menos. El departamento de la Xunta prevé ponerles fin en el primer trimestre de este año, aunque sea sin el anexo previsto.

Un operario en el interior de la nave portuaria en obras.

Un operario en el interior de la nave portuaria en obras. / MARTA G. BREA

El proyecto fue adjudicado en dos lotes. El primero se centra en la nave existente, está presupuestado en 749.799,37 euros y consiste en unificar las dos estructuras separadas por un pasillo para distribuir en el mismo edificio las actividades pesqueras y las administrativas. Se plantean dos zonas diferenciadas, una para la clasificación y limpieza de las capturas y otra para las subastas con una balconada que permitirá contemplar la las pujas a vecinos y visitantes.

El segundo lote del proyecto, contratado por 348.764,66 euros, correspondía a la construcción de otra nave en la parte trasera de la actual para reubicar los almacenes de aparejos, pero finalmente la consellería rescindió el contrato con la empresa en octubre al no haber iniciado siquiera los trabajos encargados un año antes. El departamento que dirige Rosa Quintana espera retomar esta parte de la obra cuanto antes ”dada a importancia que a Xunta lle concede a esta actuación para dar servizo aos profesionais da zona”. Para ello, trabaja en la actualización del proyecto para adaptarlo a las circunstancias actuales y de encarecimiento de materiales y combustibles y tramitar un nuevo expediente de contratación.

La consellería recalca que los retrasos “non impediron que o sector puidese desenvolver a súa actividade con normalidade”. Los socios de la Cofradía baionesa han trasladado la venta de pescado y marisco a la parte donde se ubicaban las chabolas. Se trasladarán a la delantera cuando finalicen las obras y habrá que buscar una solución alternativa para guardar los aparejos.

El contenedor acondicionado como cámara frigorífica junto a la lonja.

El contenedor acondicionado como cámara frigorífica junto a la lonja. / MARTA G. BREA

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El traslado provisional de la subasta genera un gasto extra al mes de 500 euros a la Cofradía. Es lo que cuesta el alquiler del contenedor habilitado como cámara frigorífica para almacenar el producto para la venta. Un coste que repercutirá en el balance de cuentas, alertan desde el pósito, en un año en que la facturación ha superado todas las previsiones al rozar los 3 millones de euros.

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