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Las 16 de A Guarda que rompieron estereotipos

Rutas guiadas dan a conocer la vida de mujeres que marcaron la historia de la villa

Las fuentes lavaderos eran los “casinos” de las mujeres de antaño, donde podían compartir y hablar con más libertad. // FdV

Arminda Gómez (Arminda dos pantalóns), una de las primeras que usó pantalones; Celsa Vicente y Josefina Abreu, testigos directo del estraperlo entre Galicia y Portugal; Teresa Galdó, la telefonista; Dolores Rodríguez (Lola do Gran Sol), propietaria de la primera marisquería y María Concepción Álvarez (María das Arousas), republicana que ayudó a otra mujeres represaliadas alguna de las cuales llegó a simular un embarazo para librarse de la pena de muerte, son seis de las 16 mujeres que conforman la iniciativa “Historias de mulleres guardesas” a través de la cual el Concello de A Guarda ha organizado rutas a pie por la zona vieja y el puerto de la villa y también por las parroquias de Salcidos y Camposancos.

"Creemos importante visibilizar, recordar y tenerlas presente, porque son de admirar”

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El objetivo final es poner en valor la figura de estas mujeres, tanto anónimas como conocidas, que destacaron en su época por romper con los estereotipos e intentar alcanzar un espacio dentro del mundo del que no eran dueñas. “Queremos dar a conocer la historia en femenino de nuestro Concello. Creemos importante visibilizar, recordar y tenerlas presente, porque son de admirar”, explica la concejala de Igualdad, Fátima Rodríguez. Es tal la participación e implicación de los asistentes que incluso “nos han propuesto otros nombres. Contenido hay y hay muchas más mujeres por descubrir, por lo que ya valoramos una segunda edición de la iniciativa”, asegura la edil, teniendo en cuenta también que ya no quedan plazas para ninguna de las caminatas.

Las rutas son guiadas por un profesional, Manuel Álvarez, quien se ha documentado e investigado en la vida de todas ellas, recogiendo múltiples testimonios, para así trasladar sus historias a las personas participantes. Ocho nombres componen el recorrido por el casco urbano y otros ocho el de las parroquias. Son todas vecinas de A Guarda, que de un modo u otro forman parte del imaginario colectivo y de la historia de la villa. El guía aporta una breve reseña biográfica para recordar cómo fue, en el caso de las ya fallecidas (12), o como es la vida de estas mujeres y ponerle cara mostrando fotografías para que todos las reconozcan, también en persona, en el caso de las cuatro mujeres que aún viven.

Cartel Historias de mulleres guardesas

Cartel Historias de mulleres guardesas

Canción de Tino Baz

Maribel González, pescadera jubilada que en su tiempo libre se encarga del mantenimiento y limpieza de la fuente lavadero de Ribeira, es la única que permanece con vida en la ruta del casco urbano, en la cual ella misma participa y cuyo broche final pone Tino Baz, con una canción dedicada a otra de las vecinas, Xuliva, “argaceira” que fue muy conocida en la villa. En este mismo recorrido se inmortaliza las figuras de Mª Concepción Álvarez; Vicenta Rodríguez, recordada por su labor filantrópica, promotora del colegio femenino S. José (Carmelitas) y cuyo nombre figura en la placa de la única calle de la zona vieja de A Guarda dedicada a una mujer; Joaquina Sobrino, que donó su casa y fortuna para la fundación de un asilo de pobres, hoy sede del colegio de educación especial San Xerome; su prima, María González (María Ghanchella), que colaboró en el asilo y regentó una tienda de ultramarinos, y la hija de esta y ahijada de Joaquina, Sara Gómez (Sara Ghancehlla), que continuó con el negocio familiar.

"Son todas vecinas de A Guarda, que de un modo u otro forman parte del imaginario colectivo"

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Por otra parte, en el recorrido por las parroquias son tres las mujeres que viven Josefina Abreu; Dominga Vicente, modista y costurera que a sus 100 años es historia viva de la parroquia y Visitación Cividanes, al frente muchos años de la tienda de ultramarinos del Cruceiro Pinto y que a día de hoy mantiene la tradición e las espigas de las ánimas. Aurora González, maestra con un busto dedicado a ella en el colegio A Sangriña; Teresa la telefonista, que junto a su hermana tienen también una calle dedicada en Camposancos; Celsa Vicente; Laudelina Álvarez, que trabajaba como partera y “Arminda dos pantalóns”, a quien Tino Baz también le brindó una canción, son las otras cinco mujeres que configuran la ruta.

El primero de los recorridos por el casco urbano ya se celebró y queda pendiente otro el próximo viernes, para el cual ya no quedan plazas libres, al igual que tampoco quedan para las “andainas” por las parroquias, que se celebrarán los domingos 13 y 27 de noviembre.

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