Camposancos creará un fondo documental sobre las víctimas de la represión franquista

Estará abierto a toda persona interesada en la barbarie cometida en el campo de concentración y la fosa común de Sestás

Homenaje el año pasado a los presos ejecutados en 1938 en la fosa común de Sestás. |   // A.C.

Homenaje el año pasado a los presos ejecutados en 1938 en la fosa común de Sestás. | // A.C. / Carlos Ponce

La represión franquista se cebó con A Guarda. Concretamente, con la parroquia de Camposancos, donde el régimen montó un campo de concentración en el que hubo decenas de víctimas. Mañana tendrá lugar el acto anual de conmemoración y homenaje a los caídos en ese campo, un acto que se lleva celebrando desde 1986, promovido de forma inicial por el sindicato CCOO y otras personalidades de la sociedad civil. A día de hoy, sin embargo, aunque CCOO mantiene su apoyo, la actividad es promovida por la asociación para la recuperación de la memoria histórica del campo de concentración de Camposancos y la fosa común de Sestás, constituida en 2020.

Este colectivo nació con raíces porque hubo personas que, en tiempos más difíciles que los actuales, llevaron a cabo acciones impagables. Por ejemplo, Xoán Noia Gil compró la parcela en la que se encontraba la fosa común y luchó contra el olvido. Manuel Domínguez Taxota presidió la comisión ciudadana que, a mediados de los ochenta, acometió las obras necesarias para dotar de dignidad esa fosa común de Sestás.

En treinta juicios sumarísimos se dictaron 233 penas de muerte de las que se ejecutaron 159

El objetivo de esta asociación es mantener vivo un hecho histórico: que entre 1937 y 1941 funcionó en el colegio de los jesuitas de A Pasaxe el campo de concentración franquista de Camposancos. Uris Guisantes estima que por allí pasaron alrededor de 4.000 personas. En treinta juicios sumarísimos se dictaron 233 penas de muerte de las que se ejecutaron 159.

La primera gran remesa de prisioneros llega tras la derrota de las fuerzas republicanas en Asturias. Tras concentrar a los apresados en Ribadeo, deciden distribuirlos por los campos de concentración existentes en Galicia. El 28 de septiembre llega a aguas de Baiona la embarcación Arichachu con un total de 1.200 hombres y 600 mujeres, algunas embarazadas y otras acompañadas de niños pequeños. Todos son trasladados a Camposancos, según relata. Según relata Uris Guisantes, quien narra que las mujeres de Baiona se agolpan en el puerto para recibir a los que alcanzaban tierra en gamelas y, “salvando los culatazos de los soldados, les ofrecen agua, sardinas y pan a los recién llegados”.

Unidad didáctica para colegios

Ahora, con el colegio de los jesuitas en estado ruinoso y con la fosa que necesita de mejoras y mantenimiento, el colectivo busca lograr varios objetivos, algunos muy ambiciosos, y que reivindicará en el acto público de mañana por la tarde. En primer lugar, ya tienen ultimada una unidad didáctica para dar a conocer en los centros de enseñanza de secundaria lo que sucedió en el campo de concentración de Camposancos. También quieren construir un fondo de depósito documental para que pueda ser consultado y estudiado por cualquier persona interesada. Además, la asociación desea colaborar en la investigación, exhumación y divulgación sobre las víctimas de la Guerra Civil y de la represión franquista y, por último, crear en Camposancos un centro de interpretación de los campos de concentración franquistas en el que se investigue, divulgue y visualice el drama de la Guerra Civil y la consiguiente opresión y ocultación durante la dictadura.

“Se pretende que las generaciones futuras sepan la verdad de lo que sucedió en aquellos años. En épocas de negacionismo evidente, preservar la verdad y sus soportes es imprescindible”, defienden desde UGT.

El acto arrancará a las 17.00 horas del jueves con la ofrenda floral en homenaje a los caídos en el cementerio de Camposancos, concretamente en el lateral que fue usado como paredón de fusilamiento de las tropas franquistas. Este año asistirán dos numerosas delegaciones de Asturias y Cataluña, integrada por personas vinculadas a víctimas del franquismo que fueron trasladadas al campo de concentración de Camposancos.

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