A Guarda vivió el pasado domingo un momento muy especial, con el recibimiento al “Piueiro” a su regreso del Festival de Pasaia, después de un viaje de más de 900 millas, que no será olvidado fácilmente por los 11 tripulantes de la embarcación tradicional que han vivido estas semanas lo que ya califican como “una de las mejores experiencias” de sus vidas. Familiares y vecinos, entre los que se encontraba el alcalde de A Guarda, Antonio Lomba y otros miembros de la corporación municipal, saludaron la llegada del volanteiro, que volvió a casa tras casi un mes de periplo en el que no faltaron los sustos, como la grave avería en el motor que les obligó a realizar una parada técnica de varios días en Malpica.

Precisamente fue esa avería la que marcó un punto de inflexión en la odisea del “Piueiro” porque, según destacó el propio presidente de la asociación cultural, Joaquín Cadilla, “generó un movimiento social en torno al barco que no esperábamos, se creó una comunidad maravillosa, en gran parte gracias a los medios y a las redes sociales”. De hecho, la solidaridad de numerosas personas ha logrado cubrir en parte la costosa reparación del motor que permitió a los 11 del “Piueiro” concluir su sueño de participar en el Festival de Pasaia.

Atrás quedan ya las experiencias vividas en otros puertos en los que hicieron escala y en Pasaia, así como las horas de trabajo, las comidas y cenas a bordo, el mal tiempo y la falta de sueño. Porque la vuelta del “Piueiro” ha sido más dura de lo que esperaban: “Nos cogió muy mala mar y, a pesar de eso, decidimos navegar también de noche durante varios días para cumplir los plazos que nos habíamos impuesto”. Y una vez más, lo lograron.

Estos hombres y mujeres del mar, curtidos en mil mares y que suman cientos de años de experiencia, aseguran que con este viaje se han acercado más que nunca a sus antepasados: “Navegar de esta forma, como ellos lo hacían antaño, nos ha hecho darle más importancia a todo lo que lograron, lo de ellos sí que fue una auténtica odisea”.

Previamente a su llegada al puerto de A Guarda, el volanteiro estuvo fondeado en Cíes, donde hicieron noche y recibieron la visita de la conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, y del director del Parque Nacional Illas Atlánticas, José Antonio Fernández, quienes les trasladaron su enhorabuena por la gesta realizada.