Un nuevo incendio industrial ha cogido por sorpresa a la comunidad empresarial de A Louriña cuando todavía estaba asimilando el que hace tres semanas calcinó seis empresas en la zona de Rebullón, en Mos. A escasos kilómetros de allí, en el municipio de Porriño, el fuego arrrasó una nave del polígono de A Granxa. Las llamas devoraron en apenas un par de horas las instalaciones de Distribuciones Pako, firma localizada junto a la PO-510. Por fortuna, no hubo que lamentar daños personales y los empleados que estaban trabajando en el interior de la nave pudieron salir por sus propios medios. En el momento en el que se produjo el incidente se encontraban soldando, cuando una chispa alcanzó una mancha de aceite y ya no hubo vuelta atrás, las llamas se propagaron con extremada rapidez.
El suceso se produjo pasadas las 11.30 horas, cuando la empresa, que cuenta con ocho trabajadores, estaba desempeñando su actividad habitual, consistente en el comercio y reparación de maquinaria para el sector de la minería, sondeos e instrumentación. Cuando la nave empezó a arder, los operarios no tuvieron tiempo a coger el extintor y toda la plantilla tuvo que abandonar las instalaciones. El fuego se propagó a toda velocidad y generó una enorme columna de humo negro visible a varios kilómetros de distancia.
Precisamente alertados por esa gran columna de humo, varios particulares llamaron al 112 Galicia y la Xunta activó el Plan Territorial de Emergencias. Participaron en el operativo de extinción del fuego los Bomberos de Porriño, Vigo, Morrazo y Ribadumia; los GES de Ponteareas y de Mos, y el Grupo de Apoyo Logístico de la Axencia Galega de Emerxencias, que aportó una cisterna de gran capacidad. También participaron en el operativo Protección Civil de Porriño, Guardia Civil y la Policía Local de Porriño, que cortó el tráfico en la PO-510, carretera que va de Porriño a Salceda, para mayor seguridad.
La Xunta activó el Plan Territorial de Emergencias
Gracias al trabajo coordinado de todos los efectivos, en hora y media el incendio estaba controlado y no había riesgo de que las llamas se extendieran a naves cercanas, en algunas de las cuales se almacenan productos químicos que, en contacto con el fuego hubieran generado consecuencias devastadoras. Estabilizado el incendio, los bomberos necesitaron varias horas para extinguirlo y enfriar la zona.
El alcalde de Porriño, Alejandro Lorenzo, estuvo en todo momento pendiente del avance de las llamas en el lugar del suceso. Notablemente apenado por el suceso, explicó que Distribuciones Pako es una empresa familiar asentada en Porriño desde 1988, y que, lamentablemente, ahora se queda sin nada, pues la nave donde trabajaba una plantilla de ocho personas quedó completamente reducida a escombros a consecuencia de las llamas. Además del alcalde, también acudieron al lugar del suceso, en el polígono de A Granxa, la delegada de la Xunta en Vigo, Marta Fernández-Tapias, y el diputado provincial Carlos Font.
Distribuciones Pako es la séptima empresa reducida a cenizas a raíz de un incendio en la comarca de A Louriña en menos de un mes. Las otras seis firmas fueron víctimas de las llamas que el pasado 27 de marzo afectaron a la zona de O Rebullón, en Mos.
