Un informe de servicio encargado por Augas de Galicia sobre la extinción de la concesión de la central hidroeléctrica de Ponte do Inferno, en el cauce del río Verdugo, recomienda la demolición de la presa. La retirada de esta barrera en el curso natural del río es una demanda por la que llevan luchando desde hace años varios colectivos sociales y vecinales de la zona, unas demandas que se intensificaron desde que, en 2017, finalizase el plazo de concesión para el aprovechamiento hidroeléctrico tras más de un siglo de explotación.
Las conclusiones del documento encargado por el organismo con las competencias en materia de aguas en Galicia, dependiente de la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, justifican que el elevado coste de las inversiones que serían necesarias para la adecuación ambiental del aprovechamiento hidroeléctrico, junto con los beneficios ambientales que se lograrían con su eliminación y la no ejecución de las obras de adecuación, “se propone la no continuidad de esta central hidroeléctrica y la demolición de las infraestructuras situadas en el dominio público hidráulico”, así como el estudio de la “gestión adecuada de los restantes elementos integrantes del aprovechamiento una vez extinguida la concesión”.
Diversas organizaciones ecologistas llevan años demandando esta demolición, como es el caso de A Rente do Chan-Pladever y Ríos con Vida, que han denunciado la situación en diversas ocasiones. A nivel general, señalan las “pésimas condiciones” y la “falta de medidas de seguridad” de las instalaciones de la central hidroeléctrica, así como su impacto ambiental sobre las fauna fluvial, y que la presa impide el tránsito de especies migratorias como la anguila, la trucha, el salmón y la lamprea.
En este sentido, desde la asociación Ríos con Vida destacan que el plazo de concesión para la central hidroeléctrica Ponte do Inferno finalizó en el mes de marzo de 2017 y la concesión original se remonta a 1899. “Sin embargo, la empresa Elecdey siguió turbinando hasta abril del año pasado, y lo hizo en unas condiciones pésimas para el operario que atiende la minicentral, ya que las instalaciones se encuentran obsoletas y con numerosos defectos”.
Aunque las conclusiones del informe son precisas, ya que propone la retirada de la central hidroeléctrica, también se aclara que no es vinculante, ya que la decisión definitiva sobre el futuro del aprovechamiento le corresponde a la dirección de Augas de Galicia.
