La intención de Augas de Galicia de colocar una de las torretas del plan de seguridad de la presa de Eiras junto a las casas en el barrio de O Conde, en Arcade (Soutomaior) ha movilizado a los vecinos de esta zona, que se oponen a la ubicación a escasos metros de las viviendas.
El malestar de los residentes del barrio se produce después de que hace unos días se presentasen en el lugar trabajadores de la empresa contratada por Augas de Galicia con la intención de instalar esta torreta de once metros de altura y dotada de tres bocinas de alarma sin ningún tipo de aviso previo y sin negociación con los afectados. Una treintena de vecinos se concentraron en el lugar e impidieron a los operarios realizar los trabajos, una situación de tensión que motivó que se personara en el lugar una patrulla de la Guardia Civil para levantar acta del problema.
Piden apoyo al alcalde
Los residentes del barrio piden al alcalde de Soutomaior, Agustín Reguera, que medie en este conflicto “para que las alarmas se ubiquen en otra zona alejada de las viviendas donde los vecinos no salgan perjudicados por el impacto ambiental y acústico”, explica Carlos Míguez, miembro de la Asociación de Vecinos de O Conde, que recuerda que cuando comenzaron los trámites de este proyecto, en 2018, el regidor local se comprometió a consensuar la ubicación.
El plan de emergencia de la presa de Eiras, aprobado hace tres años por la Xunta, a través de Augas de Galicia y de la Dirección Xeral de Emerxencias, contempla la instalación de una red de cinco sirenas de aviso a la población en el caso de un incidente grave en el embalse, por si fuese necesaria la evacuación de la zona. Ya entonces, cuando comenzaron los trámites de este sistema para alertar ante una catástrofe, los vecinos de O Conde ya denunciaron la “absoluta falta de información” tanto por parte del departamento gallego de Medio Ambiente de Galicia como del Concello de Soutomaior, y expresaron su rechazo a la instalación de las torretas junto a las casas por el impacto ambiental y las molestias acústicas que producirán esas bocinas tan cerca de sus viviendas.
Protesta en el pleno
El colectivo vecinal ha iniciado una campaña de concienciación en el barrio para movilizarse contra esta actuación, y no descartan acudir al próximo pleno de la corporación para expresar su rechazo a la ubicación del poste.
Los residentes quieren que las bocinas se ubiquen en otra zona más alejada de las viviendas, donde serían igual de funcionales pero causarían menos impacto visual.
