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La Xunta gastó 134.000 euros en atajar el primer gran incendio de la temporada

Ardieron 352 hectáreas de monte, de las cuales 282 eran arboladas | Durante una noche fue declarada la alerta 2 por la proximidad a viviendas de Salvaterra y Mondariz

Una brigada de bomberos del Deza actuando en la madrugada del domingo en Salvaterra. | // FDV

Las patrullas de bomberos forestales, los vehículos, los helicópteros que participan en un incendio y hasta el combustible que se usa, ahora se calcula al milímetro por las administración de Medio Rural, para conocer el coste de una extinción, y el primer gran incendio de la temporada, ocurrido el fin de semana pasado en Salvaterra de Miño, ha costado a los bolsillos de las gallegas y gallegos 134.000 euros.

El Pladiga –Plan de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia– recoge la implantación de nuevas funcionalidades para el cálculo de los costes de extinción, basadas en la aplicación de costes unitarios y de tiempo de trabajo de los profesionales del servicio de prevención y defensa contra los incendios forestales. Estos cálculos facilitarán las reclamación de los gastos en procesos judiciales contra incendiarios, aunque en este caso parece que la causa deriva de la caída de un rayo.

El fuego se inició en la parroquia de Uma a las 21.51 de sábado y se tardo 48 horas en su extinción.

Los datos definitivos de superficie afectada, según los datos manejados ayer por la consellería de Medio Rural, suponen 352 hectáreas, de las cuales 282 fueron arboladas y 70 de monte bajo.

Numerosos medios

Para su extinción, Medio Rural movilizó dos técnicos, dieciséis agentes, seis brigadas, 37 motobombas, dos palas excavadoras y dos helicópteros.

Este incendio obligó activar la situación 2 de alerta debido a la proximidad del fuego a los núcleos de Maceiras (en Salvaterra) y Mouriscados, Fontebalán y Crespos (en Mondariz), una situación que duró unas siete horas en la noche del sábado al domingo.

El incendio comenzó en la parroquia de Uma, de Salvaterra, y las investigaciones apuntan a que se trató de un rayo, debido a la tormenta que castigaba a esa hora la zona.

Desde Medio Rural se apela a la responsabilidad de los gallegos y gallegas y se quiere dejar claro que si se prueba que algún incendio que se registre es provocado el culpable pagará no solo la condena de cárcel sino los gastos de la extinción con su propio patrimonio. Se trata de cerrar el cerco y que las personas que provocan fuegos no queden impunes, porque además de dañar el monte ponen en riesgo la vida de personas.

A las puertas del inicio de temporada de alto riesgo, el próximo uno de julio, la Xunta apela a la prudencia, la precaución y el “sentidiño” a la hora de realizar alguna actividad que pueda suponer riesgo de incendio.

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