El tirón del autocaravanismo no ha hecho más que despegar en pandemia y cada vez son más las concentraciones de este tipo de vehículos en torno a las playas miñoranas. La afluencia de turistas con la casa a cuestas a los arenales del Val Miñor es directamente proporcional a las quejas que generan entre los bañistas, que ven reducido el espacio para dejar el coche, y los vecinos, que protestan por las conductas poco higiénicas de los que vacían las aguas sucias en entornos naturales. Para garantizar la convivencia de unos y otros, los concellos de Baiona y Nigrán han decidido restringir el estacionamiento de caravanas a ocho puntos repartidos por la costa.
Las quejas de bañistas y vecinos por la "invasión" son constantes
El problema se repite cada verano desde hace unos años y la crisis sanitaria lo ha hecho extensible a casi todo el año. En cuanto deja de llover y suben mínimamente las temperaturas, no es raro encontrarse con decenas de autocaravanas en los idílicos paisajes de Praia América, Monteferro o A Ladeira. Como muestra, los últimos fines de semana.
Repartidas
A falta de unos días para la llegada de un período vacacional como la Semana Santa, el gobierno de Nigrán publica un bando de urgencia que regula el aparcamiento de caravanas en primera línea. El reglamento establece 30 plazas específicas, repartidas en cinco bolsas de seis. Dos de ellas están en Praia América –una en Fonte Seca y otra junto la antigua escuela de vela–, otra en Panxón, y otras dos en Patos –en torno a las escuelas de surf y en Cansadoura–. Estará vigente desde este sábado, día 27 de marzo, hasta el 30 de septiembre.
La medida se había aplicado con éxito el pasado verano y ahora se amplía con más plazas y durante más meses. Las autocaravanas no deberán ocupar espacios distintos a los reservados para ellas entre las 10.00 y las 21.00, de manera que los estacionamientos playeros queden libres en ese horario para los turismos y motos. Eso sí, se trata de una recomendación, no de una prohibición. “Tenemos que garantizar el derecho a aparcar de todos en estas zonas de gran afluencia y se trata de armonizar y regular por el interés de todos, no de prohibir”, afirma el alcalde, Juan González.
En Baiona, los puntos más conflictivos eran Santa Marta y A Ladeira. En la península de Baíña se prohibió el estacionamiento de autocaravanas hace dos veranos y en la principal playa baionesa está previsto señalizar un lugar específico donde dejarlas junto al cementerio de Sabarís, en los próximos días. Así lo indica el concejal de Vías e Obras, Óscar Martínez, para evitar que ocupen prácticamente toda la explanada de aparcamiento.
El Concello baionés ofrece además a los autocaravanistas otros dos lugares alternativos para estacionar, igual de idílicos, con la brisa del Atlántico enfrente: las dos áreas de servicio ubicadas en la carretera PO-552 en dirección a Baredo. El departamento de Martínez las señalizó como áreas de aparcamiento de caravanas el pasado agosto y “al final del verano estaban llenas”.
El área de servicio de Nigrán, paralizada desde 2018
La comarca miñorana es turística y se resiste a renunciar a un tipo de viajero cada vez más en auge que deja beneficios aunque no haga uso de los hoteles. Por eso el Concello de Nigrán proyecta un parque público de servicios para autocaravanas desde 2018, pero una denuncia urbanística lo mantiene bloqueado. La parcela elegida está en la urbanización conocida como SAU-3, en el barrio de Area Alta, en Panxón. Ya está pavimentada con cemento e incluso se han instalado tomas de agua, pero el gobierno local ha preferido paralizar los trámites “hasta que se resuelva el proceso”. La denuncia señala que incumple la ordenación del SAU-3, que no contempla el estacionamiento de caravanas como equipamiento posible en la zona, sino una dotación educativa.
