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Arcade de Riba recupera su monte

Los comuneros liberan más de 30 hectáreas de especies invasoras para prevenir incendios y ganar espacio para uso social | Los vecinos colaboran los fines de semana en la limpieza

Los vecinos descansan tras las labores en el monte. A la izquierda, poda de un árbol. | // FDV

Los vecinos del barrio de Arcade de Riba, en Soutomaior, vuelven a disfrutar de sus montes para el ocio y el paseo tras años de abandono. Se trata de una extensión de terreno de más de 30 hectáreas que, tras soportar los incendios de 2006 y 2016, se encontraba totalmente cerrada por la maleza y con una densidad excesiva de especies invasoras como eucaliptos, acacias y pinos que impedía cualquier tipo de actividad.

Ante esta situación y por el elevado riesgo de que pudiera volver a arder, los comuneros decidieron a principios de año actuar para recuperar el terreno para el disfrute de los vecinos, ya que se trata del monte más próximo a la zona urbana de Arcade, y al mismo tiempo ordenarlo adecuadamente antes del verano para evitar incendios. El principal obstáculo de la directiva era la falta de recursos económicos para abordar una limpieza en una extensión de terreno tan amplia, ya que ninguna de las empresas contactadas se mostró interesada acometer la retirada de la madera al no resultar rentable. Hasta que se llegó a un acuerdo con un maderero local, que disponía de maquinaria de extracción selectiva. Esto le permite cortar los eucaliptos y otras especies invasoras, pero sin dañar los robles, castaños, alcornoques y demás árboles autóctonos que permanecían ocultos por la maleza.

Escaso valor

El acuerdo no contempla un provecho económico para los comuneros debido al escaso valor del material, pero si supondrá un enorme beneficio social para todos los vecinos, puesto que les permitirá volver a pasear por zonas que desde hacía años eran totalmente inaccesibles. “Lo que buscamos es poner en valor el monte y disfrutar de todo lo que nos ofrece para el ocio, tanto para rutas de senderismo, pasear en bicicleta o en moto, siempre que se haga con respeto y sentido común”, explica el presidente de la comunidad de montes de Arcade de Riba, Daniel Raña.

Una persona poda las ramas bajas de uno de los árboles en Arcade de Riba. / FdV

Para implicar a los vecinos en la importancia de cuidar el espacio natural los fines de semana se organizan pequeños grupos de poda y acondicionamiento con la colaboración de los residentes de la zona y miembros de otros colectivos, porque tras la tala con la maquinaria pesada es necesario eliminar en los árboles que quedan las ramas bajas o rotas. “En estas labores se está implicando gente no solo del barrio, también de otras zonas e incluso aficionados al ciclismo de montaña y enduro, que también colaboran en mantener el monte en buen estado para poder luego disfrutar de él”, puntualiza Raña, que destaca el objetivo de “concienciar a la gente de que el monte es un recurso importante que tenemos que cuidar y preservar para las próximas generaciones”.

Marcos y lindes

El secretario de los comuneros, Bruno Rodríguez, resalta que “se han recuperado zonas invadidas por eucaliptos y pinos donde ahora lo que predominan son los robles o las encinas”. Además señala que “han aparecido antiguas canteras y por fin se ven los muros que separan la parte comunal de la particular, los marcos y lindes. La labor es mucho más productiva que otras iniciativas anteriores de plantación, puesto que los árboles que se recuperan son las especies propias de la zona y las que mejor adaptadas se encuentran”, concluye.

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