Preparados para un accidente aéreo

Un avión sufre un fallo en uno de sus motores, lo que propicia de que se precipite en la parroquia salvaterrense de Alxén, colisionando contra el suelo en una zona arbolada, que comienza a arder tras el impacto y una vivienda unifamiliar también se ve afectada.

Esta es una de las situaciones de emergencia que se simularon ayer en las instalaciones de Seganosa, donde la Xunta coordinó este simulacro de activación del plan ARIEM+ en el que participaron más de 120 personas de medios operativos de Galicia, Castilla y León y Portugal. Las tres comunidades trabajan en la gestión conjunta de los recursos humanos y materiales en situaciones de riesgo y así mejorar la atención y coordinación de las emergencias transfronteizas.

La simulación de un accidente de avión conllevó la cooperación de todos los agentes presentes debido a los diversos frentes a tener en cuenta. "En el primer frente había que realizar el rescate de las víctimas del avión al mismo tiempo que extinguíamos el incendio de la aeronave, a lo que se le sumaban otros dos incendios, el forestal y el urbano", explicaba el gerente de la Agencia Gallega de Emergencias, Marcos Araújo. Todo esto coordinado con un puesto de mando avanzado para organizar de manera correcta todos los servicios.

Otro siniestro también se simuló en la localidad de Salvaterra, un accidente entre un microbús y un turismo. La complejidad en este caso se dio en el rescate acuático, ya que se simuló la caída del microbús a un río debido al choque.

Los efectivos de los diversos servicios de emergencia, seguridad ciudadana y sanidad de Galicia, Castilla y León y Portugal, pusieron a prueba la operatividad del plan ARIEM+, así como el funcionamiento de la red de telecomunicaciones de la Xunta basada en la tecnología Tetra y del nivel II del Plan Territorial de Emergencias de Galicia (Platerga), al tratarse de un accidente aéreo.

Además de todo esto, los operarios también entrenaron la "manera de hablar todos el mismo idioma", ya que gallegos, castellanos y portugueses han de comunicarse de una "manera rápida y efectiva", lo cual, con "dos idiomas distintos entrando por la emisora", puede no parecer los más sencillo del mundo, pero este tipo de ejercicios sirven para "contemplar las mejoras también en estos ámbitos", indica Araújo.