El gobierno local de Redondela mostró ayer su "absoluto rechazo" al proyecto de reordenación del acceso a la zona litoral de Rande propuesto por la Autoridad Portuaria de Vigo, una actuación a la que, según la alcaldesa, Digna Rivas, "degradará de manera irreversible una zona de protección ambiental". El proyecto, además, afectará negativamente "no solo a la calidad de vida de los vecinos, sino también a su economía", dado que es una zona de marisqueo de la que viven numerosas familias de Redondela y que tienen su sustento en esa actividad.

Rivas señala que al tratarse de una obra que tiene afección sobre la ría tiene que superar una evaluación ambiental, pero aclara que el Concello de Redondela tendrá la última palabra "que no es otra que una total y absoluta oposición a esta actuación".

El gobierno local remitió el pasado mes de agosto al Puerto vigués un completo informe de once páginas firmado por la propia regidora y por el concejal de Medio Ambiente, Roberto Villar, en el que se explicaban con todo detalle los motivos por los que rechazaban este proyecto de la Autoridad Portuaria. Así, el informe señala que el lugar en el que se pretenden ejecutar las obras "se encuentra clasificado como Suelo Urbano Industrial, Suelo No Urbanizable de Núcleos Existentes Tradicionales y en Suelo No Urbanizable Común", y lo que es más importante, "supone el trazado de nuevos viales no previstos por el planeamiento vigente ni en el PXOM que se encuentra en tramitación".

Además, según afirma Rivas, la obra que pretende realizar el Puerto "no es una reordenación de accesos, sino una nueva infraestructura que implicaría un enorme impacto visual y acústico y que, a mayores, es totalmente opuesto al Plan de Ordenación Litoral [POL]". En este sentido, aclara que el artículo 40 del POL recalca que los objetivos serían "preservar los valores y mejorar la funcionalidad de los ecosistemas; mantener las características naturales evitando su alteración; procurar su conectividad ecológica a través de los corredores, mejorando su funcionalidad y mantener el frágil equilibrio de las condiciones que configuran el medio natural en el que se desarrollan los ecosistemas que le son propios". Algo que, según la alcaldesa, "es justo lo contrario a lo que propone la Autoridad Portuaria, a la que estas cosas parece que le importan bien poco".

En las alegaciones presentadas por el Concello de Redondela al proyecto también se advertía de la gravedad de los impactos ambientales de la obra, ya que consideran que produciría "un impacto significativo sobre el aire, agua, clima, flora, fauna, paisaje y la interacción entre todos", y se incrementarían los vertidos al litoral, afectando a un espacio protegido por la Red Natura 2000 y también repercutiría en el patrimonio cultural. Además, afirma Rivas, aumentarán las emisiones a la atmósfera, "justo uno de los problemas contra el que tratan de luchar todas las administraciones responsables".

Por último, la alcaldesa expresa su voluntad para seguir luchando en la defensa de los intereses de los vecinos de Redondela y, por tanto, exige que se paralice "cualquier actuación que quiebre la protección de toda la Red Natura y los elementos patrimoniales existentes, incompatible con el uso industrial, teniendo en cuenta los usos previstos por el POL, con la recuperación de estos espacios para el disfrute de la ciudadanía".