La rehabilitación del muelle de A Portela, uno de los más antiguos de la ría -data del siglo XVIII- debe volver a hacerse tras la "chapuza" y el "atentado contra el patrimonio" acometido por la empresa a la que se adjudicaron los trabajos, según denunció el PSOE ante las quejas de los vecinos. El gobierno local, que encargó la obra, admite que lo allí hecho "no cumple con lo que entendemos como rehabilitación" y ordenó, tras una visita del arquitecto municipal, una serie de pasos para su adecuada ejecución. El Concello "no va a recepcionar la obra hasta que se deje en las debidas condiciones", manifestó el concejal de Medio Ambiente, Miguel Ángel Álvarez Ballesteros.

La polémica se debe al uso de materiales inadecuados en este espigón de gran valor histórico. AER, en una pregunta presentada ayer al pleno, dice que las obras "básicamente consistieron en echar calderos de cemento en la zona de acceso y entre las piedras" y asegura que "esta desfeita se llevó a cabo en dos días", insinuando que hubo "prisa por tener una foto más antes del periodo electoral". El PSOE, a través de su portavoz Eduardo Reguera, concede que "lo que allí se realizó no era el proyecto original porque sería un atentado contra el patrimonio ejecutado con fondos públicos" y pide explicaciones al alcalde Javier Bas, al que recrimina que "se limitase a publicitar la obra" sin realizar un seguimiento de la misma. "Parece que todo fue hecho a correr y sin ningún tipo de cuidado", dice el edil socialista.

El plan de rehabilitación del muelle de A Portela contemplaba la recuperación del viejo espigón de piedra y la eliminación de las especies vegetales invasoras en su entorno. Sobre este aspecto, AER se queja de que se limitó a "la roza de algunas zonas y la plantación de laureles". Para el PSOE, lo peor es la aparición de "piedras sueltas de casi medio metro, alguna rota, el hormigón que llega a la orilla del mar y en la parte superior, las piedras sin ningún orden de colocación, entre manchas de cemento".

El gobierno local, tras la visita del arquitecto, ya ha ordenado los cambios necesarios. Exige el uso de materiales naturales y la devolución a su estado original de la rampa de las gamelas y el espigón.