El cierre del consulado de España en Valença do Minho (Portugal), un servicio que entró en funcionamiento a principios del siglo pasado, no ha cogido a nadie por sorpresa. Hubieron anteriormente varios intentos fallidos de echar el cerrojo a las instalaciones situadas en la frontera con más movimiento entre España y Portugal.

El Consejo de Ministros aprobó ayer suprimir esta oficina consular en el país vecino, junto con la situada en Vila Real de Santo Antonio. Los servicios y funciones los asume el Consulado General de España en Oporto que está al cargo del cónsul José Antonio Martínez de Villarreal.

El alcalde de Tui, Moisés Rodríguez Pérez y el presidente de la Cámara Municipal de Valença, Jorge Salgueiro Méndes, sabedores de antemano de esta decisión gubernamental, establecieron contacto con Martínez de Villarreal para trasladarle su disgusto por el cierre previsto y la repercusión que puede suponer para los ciudadanos.

Los dos regidores brindaron a Martínez de Villarreal los medios informáticos de los que dispone la Eurociudad Tui-Valença para la prestación de los servicios que considere oportuno, a fin de acercarlos a los usuarios por vía electrónica.

Esta propuesta se ampara en el proyecto Arpad, en el que la Eurociudad Tui-Valença es un punto piloto. El cónsul general confirmó que estudiará la opción de colaboración de la Eurociudad en gestiones que precisen usuarios del consulado.

Los dos alcaldes han tenido una gran oportunidad de contacto en los últimos días con José Antonio Martínez de Villareal, pues han coincidido con motivo de la visita del primer ministro Pedro Passos Coelho a Valença y, ayer mismo, a raíz de las jornadas conmemorativas del 150 aniversario del Tratado de Lisboa, celebradas en Tui.

Treinta años en el puesto

El último cónsul de España en Valença do Minho, José Luis Pera Pardina, ha permanecido en el cargo durante treinta años. Se jubiló hace un mes y sigue residiendo en Valença.

En las oficinas del consulado se realizan trámites de registro civil de nacimientos, fallecidos y matrimonios; documentación de residentes; legalización de firmas; traducción de documentación; y atención a los ciudadanos españoles en momentos de apuro, como se ha podido saber en su momento.

La decisión tomada por el Consejo de Ministros, sopesada por el Consejo Ejecutivo de Política Exterior, se justifica por la "significativa reducción del número de españoles en Valença do Minho y su baja actividad", según dice el Gobierno.