Un árbol de rápido crecimiento, más que el pino y el eucalipto, y cuya madera es muy cotizada, resistente y ultraligera. Se trata de la paulownia, una especie originaria de China y presente desde hace un año en los montes de San Vicente de Trasmañó a decisión de la comunidad de montes de esta parroquia redondelana, que ha optado por cambiar sus líneas de producción e impulsar otras nuevas. Su presidente, Fernando Magdalena, explica que el "pino no es tan rentable como antes, los precios de la madera han caído mucho y, por tanto, nuestro objetivo es buscar especies que nos generen más recursos económicos a la vez que mantenemos el entorno cuidado y limpio".

Son varios los proyectos de los comuneros, pero por el momento el que ya está puesto en marcha es la plantación forestal más grande de Galicia de paulownia. Son un total de cuatro hectáreas de esta especie "que produce una madera de mucha calidad, que no se tuerce ni se deforma ni se agrieta, hidrófuga y de difícil combustión", señala Magdalena, añadiendo que "es fácil de trabajar y de grano fino, lo cual permite una gran variedad de acabados". Se trata de una madera apreciada por su ligereza y resistencia, "siendo muy empleada en sectores como el naval, el aeronáutico, el mobiliario, para revestimiento en interiores de caravanas e incluso para instrumentos musicales". La paulownia es un árbol caduco, que necesita poca agua, que llega a alturas de hasta 30 metros, siendo un buen cortaviento y árbol de sombra, del cual destacan sus grandes hojas, las cuales son útiles como forraje para animales, y sus flores, melíferas y provechosas para la apicultura.

Venta de madera a Valencia

Cuando se plantaron hace un año medían unos tres centímetros y ahora algunos alcanzan los dos metros de altura. El plan de corte sería entre los ocho y los diez años y para entonces la comunidad de montes ya ha gestionado su venta con una empresa de fuera, "actualmente en Galicia no hay comercialización de paulownia, la venderíamos a Valencia", explica el presidente. Otro de los beneficios de esta especie es su alto poder calorífico, siendo utilizada para biomasa.

Además de en esta plantación, la Comunidad de Montes de Trasmañó trabaja ya en otros proyectos con el objetivo además de diversificar y crear empleo, aunque está esperando recursos y subvenciones que les permitan llevarlos a adelante. Castaños de fruto con denominación de origen gallego, nogales, arándanos y olivos son algunas de las especies que pretenden introducir e incluso también una explotación de porco celta.

En el primero de los casos, al existir un fruto "tendríamos ingresos cada año y además podríamos generar puestos de trabajo eventuales para la temporada de recogida que serían ocupados por los comuneros o familiares", explica Magdalena, pues a día de hoy con la venta de pino y eucalipto es la propia empresa la que trae a sus trabajadores para cortar y transportar. De la otra manera "reinvertiríamos y repercutiría entre los propios vecinos. Lo que buscamos es que el monte nos aporte recursos económicos incentivando así también el cuidado y la sensibilización de este espacio entre la población", por el que discurre una ruta arqueológica de petroglifos.

Por lo que respecta a la explotación del porco celta, "el animal estaría suelto libremente por el monte, obteniendo así una carne de mucha más alta calidad, siendo además esta una manera de mantener el monte limpio ya que el cerdo come todo". Así, explica, también ahorrarían en limpiezas preventivas.