La escuela infantil "Galiña azul" de Baiona se prepara para las lluvias del próximo otoño. Aprovechando el cierre del servicio por vacaciones en agosto, el Concello acomete obras para evitar nuevas filtraciones que ocasionen daños en el interior del inmueble, inaugurado hace tan solo seis años.

Pese a tratarse de un edificio nuevo, la cubierta acusa deficiencias, agravadas durante el último curso a consecuencia de los sucesivos temporales que azotaron la comunidad. El agua se coló al interior y ocasionó importantes humedades y molestias para alumnos y docentes.

Para acabar con esta situación, la Corporación municipal aprobó el pasado marzo reservar una partida procedente del ahorro que el Concello acumuló el año pasado, de 854.000 euros. De estos fondos propios, 32.462,76 euros se destinan finalmente a las obras, que se han iniciado en los últimos días, según informó el alcalde, Jesús Vázquez Almuiña.

Daños en madera y pintura

Los trabajos consisten en la impermeabilización de las cubiertas, mejoras de aislamiento térmico, así como la reparación de los daños producidos por las filtraciones en la carpintería de madera y la pintura. Está previsto que culminen en un mes para que los pequeños inicien el curso con total normalidad.

Son diversos los factores que han contribuido al deterioro del tejado de la guardería. Su ubicación, a pocos metros del rompeolas, la expone abiertamente a la acción del salitre y de los fuertes vientos y lluvias. Y los avatares de su construcción -paralizada durante meses por la quiebra de la primera adjudicataria y culminada después por una segunda empresa- tampoco han ayudado a consolidar la estructura del inmueble, según ha explicado el regidor.

Este proyecto no es la única intervención de la Concejalía de Educación en la escuela infantil este verano. El departamento que dirige María Jesús Garbín ha dotado de doble cierre la puerta principal para garantizar la seguridad de los niños y toldos exteriores las aulas donde los bebés toman la siesta. La protección de los ventanales contra la radiación solar evita que la temperatura se eleva demasiado en momentos de intenso calor. El coste de estas lonas también ha sido financiado íntegramente por el Concello y sus efectos se han notado en los locales del inmueble.