El Celta C, a un empate de la final para el ascenso

Barreiro vivirá a partir de las seis de esta tarde otra jornada histórica, como aquellas en las que el primer filial céltico se jugó varios play-off de ascenso a Segunda División. Esta vez, el viejo campo de Lavadores acogerá un duelo de alta tensión entre el Celta C-Gran Peña y el UD Ourense (18:00, TVG2), en su pelea por alcanzar la final de la fase de ascenso a Segunda RFEF. A los célticos le valdría con un empate en una supuesta prórroga, pues les favorecería la igualada que obtuvieron el domingo pasado en O Couto (3-3) tras remontar dos goles en la recta final. Se espera en Vigo la presencia de más de seiscientos aficionados del equipo rojillo, que agotaron las entradas que les envió el Gran Peña y no se descarta que otros muchos seguidores ourensanos intenten conseguir boletos por su cuenta.

La expectación es máxima para el encuentro entre dos equipos que vienen de eliminar a la Sarriana y al Arosa, respectivamente, y que aspiran a salir vencedores de la fase gallega para poder jugarse el ascenso a Segunda RFEF ante el rival que le corresponda de otra federación territorial.

Será la quinta vez que vigueses y ourensanos se ven las caras esta temporada, con un balance hasta el momento de dos empates y dos triunfos para los celestes. La serie de duelos entre ambos arrancó en agosto pasado con una goleada de los célticos en un amistosos disputado en Barreiro (5-1). En la primera vuelta del campeonato, los celestes se impusieron también en O Couto (0-2) y cedieron un empate en Vigo en la segunda vuelta (1-1).

El domingo pasado, el equipo que entrena Borja Domínguez se adelantó en el marcador con un gol de Luismi en la primera mitad. Empató Tato en el minuto 54. Samuel y Luismi pusieron el 3-1 a falta de veinte minutos para el final. Pero el Celta C-Gran Peña continuó peleando y con los tantos de Millán y de Diego Fuente, el último en el minuto 87, lograron un empate que permite a los vigueses iniciar con ventaja el partido de hoy, pues otra igualada les daría el pasaporte para la final de ascenso a Segunda RFEF. El equipo que dirige Luis Bonilla tiene al alcance de la mano el premio gordo de la temporada.