Los goleadores invisibles

La alta productividad anotadora de Williot y Douvikas contrasta con su mínimo protagonismo

Los delanteros, por los que el Celta pagó 17 millones, han perdido la mitad de su valor de mercado

Douvikas y Williot, en el duelo contra el Betis en Balaídos, tras el gol del sueco.

Douvikas y Williot, en el duelo contra el Betis en Balaídos, tras el gol del sueco. / Ricardo Grobas

El Celta no ha sido capaz de encontrar acomodo en el equipo a dos de los tres fichajes más caros incorporados por Luis Campos en las dos últimas temporadas: Williot Swedberg y Tasos Doubvikas. Tanto el atacante sueco como el artillero griego han ofrecido este curso una alta productividad anotadora, hasta el punto de ser los dos goleadores más rentables de la plantilla en relación al número de minutos jugados. Larsen, por su potencia física y capacidad anotadora, y Aspas, por jerarquía y comprensión del juego, les han cerrado el paso. Lo hicieron durante 28 jornadas con Rafa Benítez y su situación no ha cambiado con Claudio Giráldez. Douvikas apenas ha jugado 13 minutos en los tres partidos que ha dirigido el louriñés y Williot todavía no se ha estrenado, si bien el atacante sueco solo ha estado disponible en el último partido contra el Betis en el Benito Villamarín debido a una lesión en el tobillo derecho.

Llama especialmente la atención la falta de oportunidades de Douvikas. El escaso protagonismo del nueve griego contrasta con sus excelentes números anotadores y el alto precio pagado por el Celta para hacerse con sus servicios. Los 12 millones desembolsados el pasado verano al Utrecht convierten al ateniense en el tercer fichaje más caro de la historia del club, tras los de Santi Mina (15 millones) y Denis Suárez (13).

Pero más que por el alto coste de su fichaje, la falta de minutos de Douvikas sorprende por su buen aprovechamiento que el griego ha hecho de las escasas oportunidades que ha tenido. El máximo goleador de la Eredivisie el pasado curso (19 tantos) suma esta temporada con el Celta 4 goles en 670 minutos de juego. Ha sido titular apenas en cinco partidos, de los que solo completó uno, frente al Girona, en contraposición a los 16 que ha jugado enteros Aspas, que apenas se ha perdido un par de encuentros, o los 10 que ha completado Larsen, que los ha iniciado todos.

La rentabilidad goleadora en relación a los minutos jugados no resiste la comparación. Douvikas anota un gol cada 168 minutos sobre el verde, mientras que Larsen necesita 228 y Aspas viene precisando este curso 432. Tampoco Allende, que ya suma más minutos que el griego con Giráldez, y Bamba se le acercan. El argentino marca un gol cada 266 minutos, mientras que el costamarfileño necesita 896.

Si la relación entre goles y minutos jugados de Douvikas es alta en LaLiga, en la Copa impresiona. El ateniense comparte con el rojiblanco Asier Villalibre y el mallorquinista Abdón Prats la condición de máximo artillero del torneo del KO, con 6 dianas. Con 448 minutos repartidos en seis encuentros, el artillero celeste ha anotado en la Copa un tanto cada 74 minutos.

La tasa de conversión de Douvikas en relación al número de disparos a portería es también de las mejores de LaLiga. Con 4 goles en 9 lanzamientos, el griego anota un tanto cada 3,5 lanzamientos a puerta. Larsen necesita 5 disparos (11 goles en 56 tiros), mientras que Aspas eleva la cuenta a 9,8 (5 dianas en 49 tiros).

Se da la curiosa circunstancia de que Douvikas permanece inédito en Balaídos. El griego ha marcado sus diez goles fuera de casa. Se estrenó frente al Barcelona en Montjuic y ha anotado posteriormente en los campos de Las Palmas, Villarreal y Osasuna. En la Copa, el ateniense ha marcado tres dobletes, en los campos del Sestao River, el Amorebieta y el Valencia.

El mejor revulsivo

En el último compromiso liguero contra el Betis, Claudio Giráldez pudo disponer por primera vez de Williot Swedberg, que en esta segunda campaña en el Celta presume de ser el mejor revulsivo de LaLiga. El joven atacante sueco, de 20 años, presenta este curso una rentabilidad fuera de lo común tras pasar inadvertido el anterior.

Fichado en el verano de 2023 como apuesta de futuro por 5 millones de euros, su primera temporada en el Celta fue de adaptación. Ninguneado por Coudet, que no le consideraba apto para LaLiga, Carvalhal le dio sus primeros minutos, pero fue Benítez el que este curso le ha concedido más oportunidades. Y el chico las ha cazado al vuelo: 3 goles entrando desde el banquillo que han reportado nada menos que 7 puntos al Celta. Jugando minutos sueltos (124 en 10 encuentros), el ariete escandinavo anota un gol por cada 74 minutos en el campo con una imponente tasa de conversión de un gol por cada 1,3 remates a puerta (3 tantos en 4 lanzamientos).

La infrautilización de Williot y Douvikas presenta una deriva negativa que trasciende lo puramente deportivo. Su falta de protagonismo con el Celta ha propiciado una inquietante devaluación de su valor de mercado, que se ha reducido a la mitad. En el momento de su fichaje por el Celta y tras ser el pichichi y mejor jugador extranjero de la liga neerlandesa, el precio de mercado de Douvikas era, según el portal de referencia Transfermarkt, de 12 millones, los mismos que el Celta pagó por hacerse con sus servicios. A Williot se le adjudicó en el momento de su fichaje un valor de 5 millones. Tras la última actualización de mercado, el valor del griego se ha reducido a 6 millones y el del sueco a 2,5.