El Celta impone la lógica en la Copa del Rey

Los vigueses avanzan a segunda ronda con una goleada gracias a los dobletes de Bamba y de Carles Pérez

Segundo gol de Bamba.

Segundo gol de Bamba. / RCC

R.V.

No tuvo gran historia el estreno del Celta de Rafa Benítez en la Copa del Rey. El peso de la lógica y de las cinco categorías de diferencia que había con el Turégano se puso de manifiesto en Segovia donde los vigueses lograron una cómoda victoria por 0-4 que les envía a la segunda ronda donde seguramente ya se encontrará a un rival con peores intenciones y un contexto no tan favorable.

Frente al Turégano no hubo ni tiempo para inquietarse porque el Celta desequilibró demasiado pronto el partido. Bamba, uno de los cuatro titulares habituales que alineó Benítez, demostró su grado de profesionalidad (el que lleva mostrando desde su llegada a Vigo) al anotar los dos primeros goles. En el primero aprovechó un fallo en la salida del portero y en el segundo remató con calidad un buen envío de Mingueza.

Era el premio lógico al dominio incontestable de un Celta que tuvo en exclusividad la pelota ante un rival incapaz de hacerle ningún daño y que apenas se asomó al área de Iván Villar (lo que demuestra que Guaita será el portero de la Liga) en toda la tarde. Puso hacer más goles el Celta en ese comienzo, pero a Douvikas y Miguel Rodríguez, los que más opciones tuvieron, les faltó un poco de acierto.

En el segundo tiempo irrumpió en escena Carles Pérez que fue el protagonista de ese tramo de partido porque el delantero catalán, que viene de un largo periodo de convalecencia, anotó los otros dos goles del Celta en jugadas que resolvió con calidad. Fue lo más sobresaliente del monólogo vigués que achuchó de forma permanente, aunque sin llegar al maltrato, a los segovianos. Pudo hacer más tantos pero no era el día de Douvikas que tuvo dos situaciones muy claras que desperdició.

En el tramo final Benítez aprovechó para dar entrada a más chavales de la cantera (ingresaron un hiperactivo Hugo Alvarez y Javi Rodríguez) en un partido que manejó como quiso y en el que, además de los goleadores por partida doble, destacó especialmente el manejo que tuvo Hugo Sotelo del partido.