Balaídos y Riazor ante el Mundial 2030: ¿Tienen los dos estadios las mismas opciones?

El presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos, reiteró la noche del lunes su firme convicción de que Galicia será una de las sedes del Mundial de fútbol 2030, que se llevará a cabo en España, Portugal y Marruecos.

¿Será Balaídos o será Riazor? Ambos estadios tienen sus fortalezas y debilidades pero la elección final, que recae en la FIFA, no se conocerá hasta dentro de tres meses.

Balaídos, un estadio casi reformado

El coliseo vigués necesita finalizar gol y aumentar asientos en el resto de gradas

Vigo fue sede del Mundial de Fútbol de 1982 y quiere repetir en el de 2030, para el que tendrá que competir con su vecina del norte, A Coruña. Ambas compartieron hace cuatro décadas una cita mundialista. Para repetir, Balaídos ofrece un estadio casi reformado, aunque además de tener que construir la nueva grada de Gol necesitará ampliar su aforo de los 32.000 previstos en el proyecto que financió el Ayuntamiento y la Diputación de Pontevedra hasta los 40.000 que exige la FIFA.

Para cumplir los requisitos del organismo internacional, el alcalde Abel Caballero ha garantizado que se ampliaría la capacidad del estadio en alrededor de 10.000 plazas. Como ya expuso en su momento la máxima autoridad municipal, una vez finalizada la grada de Gol se podrían añadir 6.010 plazas en Tribuna, 2.900 en Río y 725 en Marcador. Con ello, Balaídos superaría los 40.000 asientos y cumpliría uno de los principales requisitos que los organizadores proponen a las sedes candidatas al Mundial 2030.

{"pollEmbed":{"title":"\u00bfVigo o A Coru\u00f1a? \u00bfCu\u00e1l crees que deber\u00eda ser la sede gallega del Mundial 2030?","id":"68220517"}}

Sin embargo, la Federación Gallega de Fútbol planteará la posibilidad de que tanto el proyecto de Vigo como el de A Coruña queden exentos de cumplir el requisito de un aforo mínimo de 40.000 localidades, una capacidad que se considera excesiva para la demanda de los equipos usufructuarios de ambas instalaciones municipales. En ese caso, Balaídos solo necesitaría levantar la nueva grada de Gol, ya que el resto del estadio ha ido reformándose por etapas en los últimos años.

Si Vigo fuese designada sede mundialista, habría más facilidades para acometer la obra que completará el nuevo Balaídos y para el que el Ayuntamiento intenta contar de nuevo con la colaboración de la Diputación de Pontevedra. Pero es probable que tenga que abordarse el plan de ampliación de asientos que las autoridades locales viguesas pusieron en manos del mismo arquitecto que acometió el proyecto de reforma integral de Balaídos.

Por otro lado, se desconoce hasta qué punto favorecerá o perjudicará a Vigo la proximidad con una sede como Oporto. Ambas urbes están separadas por unos 150 kilómetros, la mitad de la distancias entre la ciudad portuense y Lisboa, la capital del país y otra de las sedes seguras de la cita mundialista. Además de un estadio renovado casi en su totalidad y de la proximidad con Portugal, Vigo se presenta como la ciudad de origen de uno de los clubes históricos de Primera División.

Riazor requiere una reforma completa

La financiación de las obras, preocupación del Concello de A Coruña

A Coruña es la otra aspirante gallega a acoger partidos del Mundial de fútbol de 2030, aunque para ello necesitará acometer una reforma integral del estadio de Riazor que ha sido valorada en 60 millones de euros. Desde el Ayuntamiento coruñés han admitido la dificultad para afrontar la financiación de un proyecto tan costoso.

En el documento enviado a la Federación Española de Fútbol como candidata a una sede mundialista, el consistorio coruñés señalaba el comienzo de las obras de Riazor para el verano de 2024 y que alrededor de dos años y medio después, en enero de 2027, estarían finalizadas. En el mismo documento, las autoridades locales de A Coruña apuntaban que el compromiso de la ciudad como candidata a sede del Mundial 2030 contaba con el respaldo de la Xunta de Galicia, que colaboraría en la financiación de las obras. Ese mismo apoyo institucional recibiría Vigo si finalmente fuese la elegida por la federación como sede gallega de la cita mundialista que tendrá lugar dentro de siete años.

El proyecto del nuevo Riazor contempla un estadio con capacidad para 45.000 aficionados (32.490 acoge actualmente) y multiusos, ya que estaría acondicionado no solo para la práctica del fútbol sino para acoger grandes eventos. Riazor, a diferencia de Balaídos, proyecta el aumento de asiento a través de rebajar el nivel del terreno de juego. Con ello, ganaría cinco filas de asientos en todo el anillo del estadio. En Vigo, ese plan es inasumible debido a los colectores de aguas pluviales de su subsuelo y la proximidad al cauce del río Lagares.