Williot desencadena al Celta

El sueco da al Celta el primer triunfo del curso con un golazo en el último instante - El joven delantero resolvió de forma inesperada un vertiginoso duelo ante el Almería,en el que los de Benítez dilapidaron dos goles de renta

En el último momento, cuando casi ya nadie lo esperaba, el Celta encontró la victoria que lo esquivó en las tres primeras jornadas ligueras con el más inesperado de los protagonistas que podía pensarse. Williot Swedberg, marginado por Coudet y Carvahal, doblegó al Almería con un gol formidable y dio al cuadro de Benítez la primera victoria del curso en un partido extraño, espeso en el primer tiempo y vertiginoso tras el intermedio. El conjunto vigués resolvió la papeleta casi con el tiempo cumplido tras dilapidar una renta de dos goles al descanso. Sufrió luego tormento el Celta, por momentos irreconociblemente frágil en un partido que debía parecía tener controlado antes del descanso y que se acabó llevando cuando el Almería se le subió a las barbas porque fue más eficiente que su adversario frente al marco contrario.

Sorprendió de partida Benítez, no tanto por el dibujo y el once elegido como por la segunda suplencia en tres partidos de Aidoo, relegado anoche al banquillo por Carlos Domínguez. El resto fue lo previsto: Manu Sánchez ocupó el carril izquierdo de la defensa de cinco en lugar del lesionado Cervi; Beltrán y Luca repitieron al frente de la sala de máquinas y Aspas, Larsen y Bamba conformaron nuevamente el frente ofensivo.

El exceso de precaución que presidió los primeros minutos del choque. Ninguno de los dos equipos asumió riesgos y el balón transitó lejos de la zona de peligro. Aspas remató desviado en el minuto 2, pero fue el Almería el primero en generar cierta sensación de peligro gracias al dinamismo de Melero, el más activo de los rojiblancos., que combinó primero con Ramazani, que no llegó a armar el disparo, y más tarde con Akieme, que en el minuto 7 obligó a intervenir a Iván Villar. No mucho después Starfelt interceptó en el área chica un peligroso centro de Luis Suárez.

Hasta ahí llegó el dominio del Almería. Bien asentado atrás, el conjunto celeste reclamó la pelota y poco a poco fue superando líneas hasta someter a los de Vicente Moreno. Aspas dio el primer aviso con un disparo raso desde la frontal que se perdió por la línea de fondo antes de servir de falta a Unai el primero de la noche. El morracense puso la pelota al segundo palo y allí apareció Unai para picar de cabeza la pelota lejos del alcance de Maximiano. De nuevo el balón parado daba réditos al Celta, como se ha propuesto Benítez.

El Almería acusó el golpe mientras el Celta ganaba protagonismo en campo rival. Sin dar tiempo a reponerse al rival Larsen incrementaba (por fin) la cuenta celeste con un golazo. Luca robó la pelota en el pico del área grande rojiblanca, el noruego se hizo con ella, miró al frente y descerrajó un trallazo imposible para el portero, que se coló pegado al palo largo. En apenas nueve minutos, del 24 al 33, el Celta había encarrilado un partido optimizando al máximo su efectividad en el remate.

La necesidad apremió al Almería

La necesidad apremió al Almería, que reaccionó en el tramo final del primer tiempo en busca de un gol que le permitiese volver al partido. Los celestes contuvieron daños sin aparentes apuros, hasta que un robo de Baba en zona comprometida dejó a Ramazani mano a mano frente a Villar. Incomprensiblemente, el belga no acertó con el remate, que se perdió pegado al palo con el cancerbero celeste vencido.

Vicente Moreno movió ficha. Retiró a Embarba y reforzó su ataque con Koné como segundo delantero. Un movimiento ambicioso que permitió al Almería cobrar protagonismo en el partido frente a un Celta aparentemente decidido a conservar lo que parecía una holgada ventaja. El Celta se encomendaba al orden para resolver una papeleta que no tardó en complicarse tras un catastrófico fallo en cadena de la defensa. Ni los tres centrales ni Manu Sánchez fueron capaces de despejar una pelota que había quedado muerta en el área y Melero aprovechó tan mayúsculo despiste para servir el gol en bandeja a Akieme. El tanto espoleó al Almería, que encontró un filón en los cambios de Vicente Moreno. Nada más ingresar en el campo, Arribas estableció el empate al remachar sin oposición en el segundo palo un perfecto centro de Ramazani, que ganó el lateral del área tras dejar atrás a media defensa del Celta.

El segundo tanto del Almería dio paso a una última media hora de partido llena de vértigo, repleta de ocasiones en ambas porterías. Los celestes estiraron líneas y los espacios a su espalda fueron aprovechados por el cuadro andaluz, que llegó a dilapidar dos mano a mano frente a Villar. El de Aldán atrapó primero con seguridad el deficiente disparo de Koné y algunos minutos después Arribas remató con todo a favor a las nubes cuando encaraba al guardameta celeste.

Viendo los colmillos al lobo, el Celta salió del letargo y se fajó con el rival en un intercambio de golpes tan poco del gusto de Benítez del que, tras ocasiones de Koné y Aspas, el Celta salió victorioso cuando menos se esperaba. Sobre todo después de que De Burgos escamoteara a Aspas un penalti de libro con el silencio cómplice del VAR. Pese a ello, ya casi con el tiempo reglamentado cumplido, apareció por sorpresa Williot en el frontal al área chica para remachar al fondo de la red un medido servicio de Manu Sánchez.