Cien años para la reivindicación

El Celta llegó con dos días de retraso a la celebración de su centenario con toda la afición. Ayer promovió una fiesta en los prolegómenos del partido contra el Real Madrid que el celtismo aprovechó para realizar diversas reivindicaciones a ritmo de la música de Dakidarria: la solicitud de dimisión de Luis Rubiales, el apoyo a los comuneros de Tameiga que se oponen al proyecto de la ciudad deportiva de Mos y las críticas a la institución celeste por decantarse el día de la efeméride del club por un acto institucional en Afouteza.

“Nós somos o celtismo”, cantaban ayer los aficionados más madrugadores, como se escuchó el miércoles en el centenario popular. Como ilustre testigo, C.Tangana, autor del nuevo himno.

El segundo siglo de vida del Celta arranca con fuerza, con aires reivindicativos, como ya dejaron constancia el miércoles pasado los cerca de dos mil aficionados que se reunieron en los aledaños de Balaídos, a partir de las 19:23 horas (coincidiendo con la fecha del nacimiento del equipo vigués), para improvisar una fiesta popular que concluyó con la noche encima y un espectacular ‘bengaleo’ para iluminar y rodear el exterior del estadio del Val do Fragoso.

Ese mismo escenario del exterior de Balaídos fue elegido por el club para celebrar ayer la fiesta “100 anos de afouteza e corazón”, a partir de las cuatro de la tarde, cinco horas y media antes del inicio del duelo contra el Real Madrid. Puestos que regalaban globos y pintaban caras de celeste y blanco, además de un futbolín humano para los más pequeños se repartieron por un espacio que presidía el escenario en el que actuaron los grupos Dakidarría y Keltoi!, que hicieron saltar a todos con temas que ya forman parte de la lista de éxitos del celtismo como “Miudiño” o ”1923”. ‘Sempre Celta!’

Ya en el estadio, con el aforo casi completo (23.057), el momento culminante llegó antes de iniciarse el partido, con la interpretación de ‘Oliveira dos cen anos’, de C. Tangana y un gran tifo desplegado en la grada de Río (“Na ledicia son celeste, celeste no padecer”). El músico madrileño no quiso perderse la cita y, como ante el Barcelona, se mezcló entre los aficionados de la grada de Marcador para comprobar cómo canta el celtismo su creación, un gran himno. De ese fondo surgió una pancarta: “Gardián dunha herdanza”.

No se esforzó mucho el club en diseñar la fiesta de aniversario. Sí aprovechó la cita para ‘pasear’ la tarta del centenario que se había estrenado el miércoles en Afouteza. Ayer, el monumental ‘dulce’ entró en Balaídos con el mismo aspecto que cuando Aspas y Kevin la mostraron a los invitados del acto institucional. Es posible que pase a formar parte del museo del Celta como recuerdo del centenario. El nuevo siglo nace con un celtismo muy reivindicativo y con ‘Oliveira dos cen anos’ como sintonía de los nuevos tiempos del Celta. Gracias eternas, Pucho.