Una ‘fortuna’ dilapidada en mes y medio

El Celta disfrutó de 9 puntos de ventaja sobre el descenso pese a empatar con Almería y Sevilla | Tras sumar 6 de los últimos 30 puntos, los celestes se sitúan a 2 del abismo

Aspas intenta rematar de cabeza en el partido con el Girona. // EFE

Aspas intenta rematar de cabeza en el partido con el Girona. // EFE / J. conde

El Celta afronta las dos últimas jornadas de la temporada en la decimocuarta posición, con 40 puntos, dos por encima de los puestos de descenso. El equipo de Carlos Carvalhal ha dilapidado un colchón de 7 puntos en el último mes y medio. Llegó a tener 9 de ventaja sobre el abismo, que ahora está a 2. Acarició la permanencia tras su victoria ante el Elche, pero un inexplicable derrumbe físico y mental le obliga a afronta de nuevo una situación límite, como le ocurriera en la temporada 2019-20. Entonces, el equipo dirigido por Óscar García evitó el fracaso en el último duelo, tras empatar en casa del Espanyol, que acompañó a Mallorca y Leganés a Segunda División.

Tres años después, el equipo catalán vuelve a encontrarse en serio peligro para mantenerse en la máxima categoría. Es decimonoveno, con 35 puntos. A continuación aparece un grupo de tres equipos con 38 puntos: Valladolid (en puestos de descenso), Cádiz y Getafe. Con un punto más se sitúa el Almería, y a continuación se encuentra un Celta (40 puntos) con el peor balance de puntos de la competición desde el último parón en LaLiga, en las dos últimas semanas de marzo.

Entonces, los célticos se marcharon unos días de descanso después de ganar en Cornellá por 1-3. Era la jornada 26ª y los de Carvalhal alcanzaban la décima posición, con 8 puntos por encima de las plazas de descenso.

Esos días era casi unánime el convencimiento de que el Celta pelearía incluso por una plaza en las competiciones europeas para cerrar una temporada del centenario que había comenzado mal y que se había llevado por delante a Eduardo Coudet. Una vez más, parecía que el club presidido por Carlos Mouriño había acertado con el relevo en el banquillo al contratar a un entrenador a la medida del proyecto que la directiva había confiado a Luís Campos.

Pero ese paréntesis en la competición guardaba sorpresas desagradables para el conjunto celeste, que no tardó en dar muestras de haber perdido la capacidad competitiva que le había rescatado del pozo. Regresó a LaLiga con un doble empate: ante el Almería en casa y contra el Sevilla en el Pizjuán. Esos dos puntos le sirvieron al equipo de Carvalhal para establecer una diferencia de 8 y 9 puntos sobre el descenso. A pesar de los interrogantes que se abrieron tras los partidos contra almerienses y sevillistas, el Celta se situó en mitad de la tabla y aproximándose al séptimo lugar, que reserva el premio de participar en la Conference League.

La mala racha generalizada en la parte baja de la clasificación favorecía a un Celta que en la jornada 29ª dejaba escapar los tres puntos de Balaídos ante el Mallorca. A mediados de abril y pese a ese mal resultado ante los bermellones, los de Carlos Carvalhal mantenían un colchón de 9 puntos sobre la zona del descenso a Segunda.

A partir de ahí todo fue empeorando para los celestes, que perdieron seguridad en su área y no volverían a contar con la pegada mostrada hasta entonces por dos de sus jugadores claves en este proceso de recuperación tras la marcha de Coudet: Iago Aspas y Gabri Veiga dejaron de anotar goles desde la victoria ante el Espanyol, el 18 de marzo.

La derrota en el Bernabéu era esperada, pero no así los problemas del Celta para superar a un Elche que se presentó en Vigo ya casi descendido. El gol de Aidoo en el minuto 89 fue celebrado como el de la salvación para un equipo cada vez más frágil. Era la jornada 31ª y en el club se respiraba la tranquilidad necesaria para ultimar el programa del centenario e incluso empezar a planificar la siguiente temporada: la duodécima consecutiva en Primera División.

El equipo celeste entró sin embargo en una especie de pánico cuyos síntomas fueron aumentando a medida que se iban sucediendo las derrotas. Contabilizó un total de cuatro seguidas hasta que el martes pasado se presentó ante el Girona en lo que Carvalhal calificó como “la primera de las tres finales” que le esperaban a su equipo. Con esas palabras podía interpretarse que el técnico luso estaba poco convencido de que su equipo sumaría cuanto antes una victoria que, esta vez sí, sellaría la permanencia. El empate ante el equipo catalán se asumió como un mal menor hasta que el miércoles se produjeron dos resultados adversos para los intereses célticos: el Getafe ganó al Betis y el Espanyol empató ante el Atlético. El Celta se quedaba a dos puntos del descenso tras dilapidar una ‘fortuna’.

Dos derrotas célticas en las ocho visitas a Cádiz en la máxima categoría

Ocho veces se han medido el Cádiz y el Celta en Primera División en el estadio Nuevo Mirandilla, con el empate como resultado más repetido al acabar cinco de esos partidos en igualada. Dos triunfos del Cádiz y uno del Celta, que se enfrentarán de nuevo el domingo (19:00 horas), completan el resto de encuentros disputados en la máxima categoría entre dos clubes que también han coincidido en Segunda y en la Copa del Rey. El Cádiz ganó dos veces a los gallegos por 1-0: la primera en la temporada 1985-86, con gol del defensa Antonio Bermúdez Amarillo para el equipo dirigido por Paquito. En la campaña 89-90, nuevo triunfo del Cádiz por 1-0, anotado para los del británico Colin Addison por el centrocampista chiclanero ‘Manolito’. La única victoria del Celta en la máxima categoría en el campo del Cádiz se produjo en la temporada 87-88, por 1-2 para los pupilos del técnico vasco José María Maguregui. Los goles célticos los marcaron el serbio Zoran Maric y el onubense Manolo Zambrano, que incluso falló un penalti que pudo suponer el tercer gol visitante. El tanto del Cádiz lo anotó el centrocampista uruguayo José Luis Zalazar. La pasada campaña, el partido disputado entre Cádiz y Celta finalizó con empate a cero. Y en la primera vuelta de este curso, los célticos (con Coudet) golearon a los gaditanos enVigo, con un doblete de Aspas y otro tanto de Óscar Rodríguez.

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